La apuesta de Carolina (primera parte)
Fecha: 11/03/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Carpe_Diem, Fuente: CuentoRelatos
... Roberto, y prosiguió antes de que Carolina tuviese tiempo de responder.
—Llevo media noche deseando subir el nivel de las apuestas, había pensado en un strip-póker, pero eso podría haber sentado mal a cualquiera de estos, o incluso a ti, además, quiero ser el único que vea tu ropa interior esta noche.
El hecho de que Roberto esperase sexo aquella noche era obviamente una broma que le quitó a Carolina toda la tensión del momento y la hizo reír, se rio con ganas, se rio de Roberto, pero lo hizo con cariño, mientras Roberto se sonreía y se contagiaba de su risa.
Antes de que Carolina acabase de reír Roberto continuó expresando su deseo.
—Había pensado en otro tipo de apuesta, como has preparado una noche tan agradable para todos te mereces una recompensa, te daré un masaje antes de dormir, si quieres claro, con tu aceite tus velas aromáticas la música que te ayude más a relajarte, y si te quedas dormida, te taparé y me dormiré a tu lado ¿qué te parece? —A Carolina se le hacía la boca agua, más que nada de pensar en tumbarse en su cama despreocupadamente cerrar los ojos y recibir aquel masaje hasta quedar dormida.
—Me parece estupendo cariño, pero no es necesario, si tú también estás cansadísimo, se te ve en la cara esa que tienes puesta, incluso por muy pillo que te quieras poner no vas a aguantar ni cinco minutos. —Carolina se trababa de la risa mientras decía esto, y Roberto intentaba poner una expresión más decidida sin mucho éxito, aun así, siguió en sus ...
... trece y expuso el resto de su plan para acabar la noche.
—Ya, ya, ya... la que no aguantas unas horas más despierta de la cuenta eres tú, y te lo voy a demostrar con ese masaje que te acabo de prometer, peeero... también me apetece una última partida... y jugarnos algo.
—Hmm... ¿y en qué estás pensando? —A Carolina le olió mal el asunto, pero el alcohol la hizo reír cuando quiso arquear una ceja en un gesto de sospecha —¿Acaso quieres librarte de fregar los cacharros mañana?
—No, no, nada de eso —Ahora le tocó reír a Roberto, pensó, esto no parece que vaya a funcionar, no está sexualmente receptiva y ya sospecha que este juego es solo para deleitarme a mí, aun así, estaba decidido a llegar hasta el final, aunque su ilusión de éxito se había desvanecido casi totalmente. —Lo que tenía pensado... bueno verás... quería hacer algo por ti igual que tú has organizado esta velada, me gustaría organizar algo diferente y original para el fin de semana que viene, solo para ti, pero lo que se me ha ocurrido es un poco... atrevido, tal vez demasiado, aunque yo me atrevo con ello, pensaba en que uno podría ser el esclavo sexual del otro todo el fin de semana, claramente yo sería el tuyo, pero luego he pensado que así no tiene tanta gracia, y que lo mejor sería jugarlo a las cartas. —La cara de Carolina era un poema, estaba visiblemente tensa, pero también se contenía sin poder ocultarlo una enorme carcajada, cuando se dio cuenta de que Roberto iba en serio se calmó y lo empezó a ...