TENERIFE: SOFIA
Fecha: 12/03/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Masturbación
Anal
Autor: placerparatuyyo, Fuente: xHamster
... su orgasmo, halagada por haberle dicho que era muy atractiva, sorprendida y confusa por mis palabras y sin saber qué hacer ni qué decir, de modo que dirigí mis pasos a la puerta, como si también estuviera confuso, pero cuando la abrí me giré y dije: “o si te apetece Sofía, podemos pasar un buen rato juntos”Abrió sus ojos como si fueran platos y con más sorpresa de la que tenía preguntó: “Oye Carlos, ¿me estás proponiendo que tú y yo, ahora, aquí…?”, como si temiera decirlo. “Pues sí, Sofía: que si te apetece hagamos el amor y pasemos un buen rato”.Me miró fijamente, puso cara de monumental enfado y pensé: ¡la que se va a liar!, hasta que dijo: “¡Pues sí Carlos!, ¡que sí!, que a los cinco años de casados, mi marido me pegó una ETS y, aunque no fue grave, dijo que probablemente se la hubiera pillado en algún baño, que desde que nos casamos no se había acostado con otra, pero ya me enteré yo de que la enfermedad que me contagió se transmite por contacto… y ahora me las pagará, que seguro que desde entonces también se ha acostado con otras el muy sinvergüenza”.Gracias Antonio, pensé, por haberte acostado con otras, pues nadie más ardiente, nadie más dispuesto a explorar y ser explorada hasta el último rincón de su cuerpo, que una mujer despechada y, si además, como me habían dicho eran muy activos y dado que Sofía estaba realmente buena, pues el rato que podíamos pasar podría ser no bueno, sino superior.Me desnude por completo y acercándome a la cama dije: “Ábrete bien de ...
... piernas Sofía, que te he cortado en lo mejor y voy a hacer que termines y, además, no sabes lo bien que olías cuando te exploraba y te excitaste, de modo que no quiero perderme nada de tu interior”.Acerqué mi cara y vi su sexo totalmente abierto; la humedad le empapaba todo, sus labios exteriores totalmente separados, los interiores a los lados, su clítoris fuera del capuchón, protuberante, de modo que pasé la palma de mi mano por su sexo y sentí no sólo la humedad, sino el calor y las palpitaciones propias de una mujer deseosa de sentir un orgasmo.Pasé la lengua por su pubis, en la zona donde estaba depilado, primero a la izquierda, luego por la derecha, mientras mis manos acariciaban sus pechos, con los dedos dándole un pequeño masaje en las areolas y luego en los pezones.Pasé mis manos por su cuerpo, y mi lengua se deslizó hacia abajo, hacia su sexo: el olor penetrante de su humedad atravesó mi cerebro, y cuando mis manos estuvieron en sus caderas, la acerqué hacia mi cara y besé el centro de su sexo. De su intimidad.Como había hecho con mis dedos, mientras le exploraba en la camilla, pasé mi lengua por sus labios exteriores, por fuera primero, luego por el borde y por dentro, por el hueco con sus labios interiores, besándolos, absorbiéndoles, hasta llegar a su clítoris; Sofía jadeaba y gemía de nuevo, pero ahora ya no con voz entrecortada, sino de modo audible diciendo “¡qué bueno!”.Estaba ¡tan excitada!, tan roja su cara y sus pechos, tan duros sus pezones y su clítoris, que ...