Mi cuñadita, mi amor mas prohibido - Relatos Eróticos

Mi cuñadita, mi amor mas prohibido

... momento, y le dije "ladrame de nuevo. " y ella recurría. dejando escapar ese aliento tan lindo, y yo ponía mi nariz cada vez mas cerca para percibir ese olorsito, se me empezaba a parar. dudé en continuar asique entre calentura y risa a la misma vez la aparté y me propuse a esperar a que mi novia saliera del baño. Le dije a mi cuñadita que jugara en su cuarto o vaya a mirar tele ya que era lo que siempre hacía, que mas tarde iría a jugar con ella si terminaba rápido mis trabajos. Esperé mas de 10 minutos a que mi novia saliera del baño, y las ganas de crear algo con mi cuñada eran inmensas, su aliento me había encantado y sus labios ya los veía con ganas de besarlos, era solo eso, moría por chaparla aunque sean segundos. pensé en salir y recurrir a eso pero fui consciente de que no haría mis trabajos tranquilo y mucho menos sabiendo que mi cuñadita podría delatarme si la situación no le gustaba, lo iba a poder hacer mientras yo completaba mis trabajos tranquilamente. Supuse que la situación era peligrosa, pero mi calentura le hacía frente, en fin. decidí pensar en mi novia y el maldito tiempo en el que tardaba para salir de ducharse. salió cambiada ya del baño, y que mejor idea que querer sacarme la calentura con ella, pero por suerte mi conciencia me aconsejaba que podría llegar a levantar sospechas, intenté mantener la calma los primeros 20 minutos en los que nos pusimos a completar los trabajos, cuando quise ponerla en mi juego, ella solo quería terminar de ayudarme a ...

... completar y recibir unos masajes, estaba completamente cansada y no tenía el mejor humor de todos. Yo lo tomé a mal, y por dentro me propuse sacarme la calentura con su hermanita unas horas mas tarde, pero siempre después de haberlo pensado todo bien. Terminamos los trabajos, luego de casi 1 hora, mis planes se marchitaban, ya que veía a mi novia con otro humor y siendo muy tierna conmigo, no me salía hacer eso por venganza, le di sus masajes que le había prometido y a los 20 minutos se acostó a dormir, yo aún no tenía ni un gramo de sueño asique le dije que miraría unos programas de fútbol en el living y luego me iría a acostar. Recuerdo cada detalle de esa noche, el momento en el que puse un pie afuera de su cuarto, dejando de pisar la alfombra y sintiendo el piso de cerámica bajo la suela de mis zapatillas, los escalofríos, el miedo, la calentura y la sangre que me subía hasta la cabeza, el pensar el plan para hacerla caer, todo esto me hacía sentir con un poco de culpa al tener un morbo de ese tipo, me sentía una mierda humana, tome aire y me concentré para calmarme, era consciente que debía estar tranquilo. Después de tantas dudas y temores, fui al cuarto de mi cuñadita actuando como siempre, solo tenía que ser la persona que fui siempre con ella. Entré y estaba sentada en su cama leyendo un cuento, verla levantar esa carita con un poco de asombro al tener la típica curiosidad de saber quien era la persona que ingresaba su cuarto, fue el 1er paso a estar completamente ...