Mi cuñadita, mi amor mas prohibido - Relatos Eróticos

Mi cuñadita, mi amor mas prohibido

... descalzo sin nada en los pies hasta la otra habitación, solo llevando mi par de ojotas en la mano, las servilletas y la linterna del celular. Al salir, cerré la puerta, si mi novia se llegaba a despertar iba a escucharla abrirla, en el caso de que algo saliera mal, tenía pensado inventar la excusa de que me había levantado para buscar las ojotas que me había "olvidado" en el cuarto de mi cuñadita. Todo planificado!! Fui hasta al cuarto, entré y allí estaba el amor de mi vida, la luz del patio entrando por la ventana y el suave color de las cortinas, dejaba ver toda su imagen tan pero tan clara, que me hacía verme como un idiota con el intento de querer usar la linterna para alumbrar. Nunca antes había entrado de noche a ese cuarto, sin importar mi buena suerte, lo único que me importaba era verla ahí, bien dopada, durmiendo de costado, profundamente dormida con la boca un poco abierta. las manos me temblaban y sentía la yema de los dedos congelados mientras guardaba mi celular en el bolsillo del short. Cerré la puerta, y sentí un frío que me recorrió todo el cuerpo, estaba a solo un paso de hacer todo lo que mi calentura ordenaba. Cerré la puerta y me dirigí de inmediato a la cama y con mucho cuidado empecé a destapar la única sabana que la cubría. Me senté, y tenía que ver como podía hacer para levantar su cuerpito y bajar bien sus pantalones, ya que no eran tan sueltos. Tomé coraje y lo hice todo rápido, sin siquiera ver, como si fuera a tener que sacarle una bala de allí, ...

... levanté rapido su cintura y bajé todo de un solo saque, fue un poco brusco, y mi miedo de que se despertara crecía inmensamente. Quedó con la colita para arriba, un poco casi de costado como estaba antes, me quedé quieto unos segundos y notaba como todo el deseo se apoderaba de mi al ver que mi cuñadita no movia ni una célula. !! Ahí estaba mi amorsito y su colita blanca al descubierto, todo exclusivamente para mi, el temor retornaba, me levanté y abrí la puerta a ver si alguien había despierto o algo, estaba muy asustado, pero todo parecía estar en orden, cerré nuevamente la puerta de la habitación,me senté detrás de mi cuñadita y bajé mi cabeza hasta allí. Puse mi nariz en su colita y abría un poco sus nalguitas con ella, inhalando todo lo que pudiera para disfrutar de semejante manjar, única la sensación amigos, es única. ahí estaba todo lo suyo, su agujerito y su palomita de bebé que no tenía ni un pelo y era bien lisa y cerradita, me tenía loco. verla con esa carita durmiendo y estando toda entregada para mi, dejando que yo le chupe la cola, era un deleite. saqué la lengua y sigilosamente daba besos de labios en sus dos cachetitos de la cola, fui cerrándome con los movimientos hasta que probé su agujerito, no se dan una idea lo rico que es, el saborsito, su olor, chuparlo y sentirlo, en el momento pensé en masturbarme y acabar inmediatamente, nunca antes había estado tan excitado, esa niñita me volvía loco literalmente. Pasaba mi lengua todo por debajo sintiendo el gusto ...