1. Juegos entre ellas me enredan (2)


    Fecha: 14/03/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ...Se notó que de no estar presente, la cosa hubiera ido a mas, pero se separaron y Eva sacó el aceite solar y empezó a extendérselo por los pechos. Sara miraba los preciosos pechos de Eva brillantes y suaves, con sus pezones ahora duros por el frescor.
    
    Eva me dijo “toma” y echó aceite en mis manos y en las de Sara, y ambas hicimos lo mismo.
    
    Me gustó la sensación, el frescor del aceite solar acentuó mi desnudez, y notaba en las furtivas miradas de Sara el agrado de mirar mi cuerpo desnudo. Descubrí de repente que disfrutaba estando desnuda frente a ella...y ello me hizo sentir mal por mi hermana, pero ella o le daba igual o no se dio cuenta.
    
    Sara y Eva se dieron por la espalda, y luego Eva a mi ante la mirada de Sara, que entre risas dijo: “me está dando morbo miraros”.
    
    Eva le dijo “tía, que somos hermanas” entre risas, a lo que replicó “por eso mismo”, y todas a reir...con un “eres la hostia, pero por eso me vuelves loca” de mi hermana... que se fue al agua dejándonos solas.
    
    Nos tumbamos a tomar el sol y Eva y yo hablamos mientras tanto....me preguntó si me había gustado algún chico y le dije que si, pero que sólo eso. Yo le pregunté si había tenido novio, y para mi sorpresa me dijo que sí, pero que le gustaban mucho más las chicas.
    
    ¿Te gusta Eva?, “sí, mucho”, me contestó.
    
    ¿Por lo buena que está?...”claro, pero por cómo es”.
    
    De repente me soltó: “¿te importa que vengan dos amigas esta noche y hacemos fiesta en ...
    ... casa?”....yo no pude más que decir....”bueno”...
    
    Llego la noche, y encargamos unas pizzas, para mi sorpresa, sus dos amigas eran Nancy y Mary, dos chicas de color, negritas como el carbón, creo que de padres senegaleses, eran de la edad de mi hermana pero altas, esbeltas y delgadas. Pensé que también serían hermanas pero resultó ser que no, parecían tener entre ellas una relación de “follamigas”, y por lo que hablamos, se jugaban mucho si sus familias musulmanas se enteraban.
    
    Nos hicimos cubatas, y al rato Eva propuso jugar a la baraja las 5, de forma que quien fuera perdiendo una mano dejaría una prenda, quien perdiera dos seguidas debería quedar con los ojos vendados y recibir un beso de cualquiera otra al azar, debiendo adivinar quien es para recuperar una prenda.
    
    A mi, me propusieron que dejara lo del beso, pero ya había bebido un poco (no estaba borracha ni lo estuve) y me animé a decir que me daba igual.
    
    El caso es que las prendas fueron cayendo, y la primera en quedar en tanguita fue Nancy, parecía una escultura de alabastro cuando sonriendo se quitó el sujetador sabiendo que iba a exhibir unos pequeños pero duros y preciosos pechos brillantes por el sudor.
    
    Poco después, cuando las demás estábamos todavía medio vestidas, a Nancy le tocó otra vez perder, y escogió beso, le vendamos los ojos y echamos a suertes quien....de repente tomé consciencia de que podía tocarme a mi, y no sabía que hacer....pero fue a Eva... 
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