Trío con mi mujer y su amiga
Fecha: 12/07/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Raul40, Fuente: CuentoRelatos
Yo Raúl, soy un hombre normal, con un cuerpo normal y mi mujer Sara, es bastante bonita, delgada con un culo perfecto, unos pechos pequeños pero bien puestos, coronados por unas pequeñas aureolas y unos preciosos pezones.
Estábamos en una concurrida playa nudista yo totalmente desnudo y ella tan sólo con un pequeño tanga que resaltaba sus bonitas nalgas, nos encontrábamos jugando morbosamente y calentándonos sin llamar la atención del resto de personas que allí se encontraban, cuando escuchamos un voz conocida cerca nuestra. Al girarnos vimos a una antigua amiga de mi mujer que estaba hablando por teléfono. Ella cruzó la visto con nosotros y al reconocernos colgó su móvil y se acercó dónde nos encontrábamos, olvidándose creo que por la alegría de habernos conocido de que estaba totalmente desnuda.
Ella es también delgada, pero lo que más resalta de ella son sus enormes tetas por lo menos una 130 de sujetador y después los abultados labios de su coño.
Saludo efusivamente a Sara y después de acercó a mí para darme dos besos en la mejilla, rozando esas increíbles tetas en mi pecho y ella tuvo que notar el roce de mi polla medio recta por la visión que me estaba dando contra su cadera.
Nos comentó que estaba sólo pasando unos días en un hotel cercano y nosotros le dijimos que estábamos en un chalé alquilado también en las proximidades.
Ellas comenzaron a hablar poniendose al día y yo mientras tanto me recreaba con esos dos cuerpos que me acompañaban utilizando de ...
... escudo mis gafas de sol. Lo malo que me delataba mi pene, que se encontraba casi totalmente erecto desde la llegada de Marta.
Me sentía afortunado y envidiado por todos los hombres que pasaban por delante de nosotros y se las quedaban mirando. En esto estaba cuando las escucho a las dos reírse y cuando las miró ambas tenían clavados sus ojos en mi polla.
Me dio vergüenza la situación y sin mediar palabra me fui a meter en el agua, al regresar ellas estaban vestidas y recibiendo. Al llegar a su altura mi mujer me dijo que me vistiera que nos íbamos a comer a la casa y que Marta comería con nosotros.
Comimos abundantemente y bebimos más todavía, por tal motivo me disculpe de las dos y me marché a dormir la siesta un rato, dejándolas a ellas hablando de sus cosas.
Dormí unos 15 minutos aproximadamente y al ir al salón las vi en la terraza junto a la piscina tomando el sol totalmente desnudas las dos, hablando muy animadamente.
Me acerqué despacio hacia ellas, cuando vi como Marta tenía una mano apoyada en el muslo de mi mujer y unas copas de licor vacías en el suelo.
Tan cerca estaba sin que se dieran cuenta que ya podía escuchar lo que hablaban entre ellas.
Marta; te arrepientes de lo que paso entre nosotras aquella noche?
Sara: arrepentida no, rara. Éramos jóvenes y con ganas de experimentar.
Marta: yo disfruté muchísimo y tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida, cuando me acuerdo todavía me excito y terminó masturbándome.
Sara: yo también me ...