Mi cuñada paga sus deudas con su culo y en mi auto
Fecha: 20/03/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Cirorock31, Fuente: CuentoRelatos
... por ella, la miré a los ojos y paré el auto. Me miró a los ojos con temor, pues puse una cara de pocos amigos. Y me dijo perpleja: "¡Vos estás loco Rubén!"
Le respondí: -"¡Si de amor y deseo por vos!"
Ella me volvió a mirar y del miedo pasó a sonreír para seguirme la corriente. Mordió sus hermosos labios rojos como un gesto de que no aprobaba lo que yo quería de ella.
Le dije sin rodeos: -¡Quiero coger con vos! ¡Me gustas!
K: mmm… no! (Dijo con vos entrecortada)
Mis manos se posaron sobre sus perfectas tetas, ella intentó sacármelas sin éxito. Seguí amasándolas mientras acercaba mi boca sobre la suya. Karen parecía dejarse llevar por mi ímpetu (y mi propuesta) y se quedaba inmóvil sintiendo mis sucias manos sobre sus senos. Del beso en la boca luego asomó mi lengua, que la movía rápido sobre su lengua. Quería probarla toda a mi cuñadita, pero ella no corría como yo, con las hormonas al palo. En un momento dice: - "¡Como me gusta lo que haces Rubén! Mmmm!"
Yo: - ¡Vistes que te dije que te iba a gustar! ¿Te pensaste que no me di cuenta que te vestiste así para cautivarme?
Ella no dijo nada y seguí besándola en sus tetas, saboreando cada centímetro de esos bellos pechos. Se las chupé pasando mi lengua por sus pezones, hasta acabar bajándole su tanga hasta sus tobillos, esta vez saboreando su clítoris. La verdad es que me la estaba pasando en grande con mi cuñada. Mi lengua humedeció su rica y cálida cueva mientras Karen se deshacía de placer.
Mientras ...
... yo saboreaba sus ricos jugos mi cuñadita me sacó la verga de mi pantalón y se tiró a mi pija como una desesperada. Saboreo y lamió mi virilidad como si fuera a devorársela. ¡Cómo me la chupó la muy puta!
Cuando la zorra de mi cuñada estaba preparada para el coito, la penetré despacio, Karen abría la boca por el dolor que le producía mi falo. Cuando por fin entre, la bombee un buen rato y los dos cogimos con gusto. Mi cuñada no me miraba a los ojos pero yo si veía su carita de placer. Parecía estar agradeciéndome por darle una buena penetrada. De a ratos me miraba y me decía todo con sus hermosos faroles. Parece que no quería que paremos ni por un minuto.
Me la jugué y al excitarme de sobremanera, - cuando vi su precioso culito ya sudado -, le propuse algo que cuando ni bien saque mi vergota de su vagina no tarde en preguntar:
- ¡Qué tal si te hago el orto cuñada!
K: Noo!! Por favor! Por ahí no que ni mi ex-novio tuvo ese privilegio!
Yo: ¡Mirá! Yo te perdono la mitad de la deuda si te hago la cola.
Y Karen aprovechando su astucia, que por cierto le valió mucho me hizo una contra-propuesta.
K: Mira cuñadito, si hacemos trato pero me saldo con toda la deuda.
No tuve otra que aceptar, porque realmente deseaba ese culito y empecé a buscar su agujero hasta que di con él. Mi glande se buscaba colar en su ano. Unos segundos después entró la cabeza y buena parte de mi falo. Allí empecé el coito anal con mi pija lubricada, con sus jugos y mi semen. Penetré y ...