1. Nuestra soledad nos traiciona (2ª parte)


    Fecha: 20/03/2018, Categorías: Incesto Autor: stukka15, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonrió, aún seguía desnuda bajo su blusa.
    
    Fuimos a pagar la luz pero la reconexión tardaría un día más. Esa noche mientras conversábamos en el patio, alumbrados por la luna, el frío nos corrió y nos refugiamos en el sofá, seguimos bromeando sobre si le regresaba su bikini o si lo conservaba como trofeo. Me decidí por lo último. Poco después explore el refrigerador para ver si me saltaba una milanesa, un postre pero vi con tristeza que era tiempo de surtirlo de nuevo y desilusionado me fui a mi cuarto. Apenas cerré la puerta, me desnude y me recosté boca abajo, tenía que descansar. Casi de inmediato quede privado hasta que de madrugada, al girar, sentí compañía, era mi hermana, dormía plácidamente junto a mí, estaba totalmente desnuda igual que yo.
    
    Acaricie su rostro y despertó, me sonrió y me beso en la mejilla. Giró y se puso en cuatro sobre la cama, repitiendo sus besillos coquetos en mi mejilla. Apenas la podía distinguir, así que gire y recordé que no podía prender la lámpara del buró, estábamos sin luz. Burlona se rio traviesa y me extendió la linterna. La encendí y la coloque en el buró apuntando en sentido contrario a nosotros, la contraluz me rebeló una hermana preciosa. En esta singular posición, sus senos colgaban delatando su hermoso perfil, sus hombros y sobre todo la figura de su trasero sobresaliendo la mostraban imponente. Gateo un poco y como una gatita tomando su leche, capturo mi pene adormecido con la boca. Sin ayuda de las manos continuó su ...
    ... trabajo cuidadoso de despertarlo. Mientras observaba su cabeza subir y bajar y su boca devorar mi pene, miraba también ese par de senos rebotar con cierta firmeza. Con la derecha, acaricie su culo soberbio y lo acerque un poco, mientras sentía el efecto delicioso de su mamada. Sin esperarlo se detuvo:
    
    ― A partir de hoy hermanito, me dejarás comerlo cuando lo necesite. Quiero chuparlo, extraerle esa rica leche, lo quiero en mi boca, ¿entendiste?
    
    ― Sí hermanita, es solo tuyo, cómelo cuando quieras.
    
    ― Sí hermanito me fascina mamártelo.
    
    Retomo su mamada mientras yo recorría su enorme culo.
    
    ― ¿Te gustan mis pompis hermanito? tómalas son tuyas, solo tuyas para que las comas cuando lo desees. – en ese momento se acomodó e hicimos un 69 con ella arriba.
    
    La termine de acomodar y comencé a chupar su concha con suaves recorridos de mi lengua. Sandra se detuvo y se quedó quieta mientras yo la comía. Su excitación iba en aumento.
    
    ― Que rico… ohhhh. Cómeme hermanito, cómeme, cómeme, esta noche no tienes límites, devórame.
    
    Mientras ella disfrutaba mientras comía su coño, yo descansaba mi pene, quería durar toda la noche. Con un par de suaves nalgadas y un jaloncito, le pedí que girara, acerque su rostro al mío y me prendí de uno de sus senos, los chupaba, mordisqueaba y apretaba en mis manos, cambiaba de seno y repetía la operación. En eso, Sandra se coloca sobre mi pene y comenzó a rozarlo con su vagina para entonces empapada.
    
    Podía escuchar el chasqueo de su vaivén ...
«12...678...»