Dejé que mi primo me cogiera y ya no sé qué hacer - Relatos Eróticos

Dejé que mi primo me cogiera y ya no sé qué hacer

... noche, subes a mi cuarto y tendré las cortinas cerradas ven rápido pues si tardas me arrepentiré, anda Gabriel que esperas!

-OK. Si Gisele ya voy.

-vuela!!

Deje mi laptop, respire hondo por lo que estaba a punto de hacer, mi corazón estaba a mil. Analice lo que había propuesto y eso me espantaba pues no es correcto, pero es mi primo que tanto quiero, pero no de este cariño que me coja, pero no tenía como ayudarlo pues no quería que fuera gay. Y por ello iba a permitir que mi primo menor estuviera en mi intimidad y sintiera la humedad de mujer, mi humedad.

Mientras él llegaba cerré las cortinas y comencé a desabrocharme el pantalón, me lo saque, me quite mi blusa y quede en pantys frente al espejo me mire y deslice suavemente mis pataletas hasta quitármelas, así como el bra, quede completamente desnuda, acaricie mi delgado vello púbico y ya estaba húmeda, me recosté en mi cama y espere ahí entre las cobijas a que llegara mi primo y no tardó.

Escuché que entro a la casa y llego a mi recamara y al abrir la puerta se quedó ahí de pie mirando mis hombros desnudos yo bajo la cobija dónde sin ropa lo esperaba, le dije que, si se iba a quedar ahí mirando, ¡desnudate Gabriel!! Y ven aquí conmigo. ¿Estas desnudas primas? Digo Gisele? ¡Obvio, ven aprisa!!! inmediatamente se quitó los pantalones y la playera y cuando estaba por bajarse los boxers mire al techo intentando no mirar su entrepierna pues aun no quería ver el pene de mi primo.

Se acostó junto a mí y ...

... levante las cobijas para que entrará conmigo abrí mis piernas y se situó entre ellas, le dije que solo lo haríamos esa vez para que viera la diferencia y se quitara la idea que él era gay, lo aparte para acomodarme y elevar más mis piernas alrededor de su cintura, cuando lo hice sentí mi humedad, ya había comenzado a mojarme.

Se acomodó entre mis piernas, se quedó mirando mi rostro, mis tetas; entonces metí mi mano para tomar su pene y situarlo en la entrada de mi vagina, al sentir mi humedad automáticamente empujo y comenzó a hundirme su pene.

Cuando iba por la mitad tuve que pedirle me lo sacara pues me estaba lastimando pues su pene lo sentí muy gordo, entonces separar los labios de mi vagina con mis dedos pues no me entraba bien, le pedí que me lo metiera suavecito y al abrir mis labios se metió en mi completamente, sentí su bello con el mío y dio un gran suspiro y dijo “que rico”, “es húmedo, muy suave y apretado” y comenzó el vaivén. Yo lo sentía muy dentro de mí, le pedí q me chupara mis senos y así lo hizo en lo que me cogía comenzó a mamar mis pezones, tomaba mis senos como si fueran latas de refresco, chupaba unos y después el otro, cada pecho sujetado por cada mano suya y dejando al descubierto solo mis pezones los cuales lamia y chupaba y por eso mismo empecé a disfrutar su pene gordo y me sentía muy estirada, me lleno la vulva y yo me moje mucho, me sorprendió pues creí o por alguna razón suponía que por su edad tendría el pene más chico pero lo sentía bastante ...