Saga Infiltrado: Investigación - Relatos Eróticos

Saga Infiltrado: Investigación

... boca de la pequeña que lo esperaba ansiosa y disfruto de la calidez y lo prieto de esos labios alrededor de aquel mástil de carne. Sin duda la niña era una experta mamadora y a cada encuentro iba mejorando sus habilidades para engullirse ese pedazo de carne con más devoción y más profundidad. Logrando cada día meter un poco más en su garganta. Sin poder resistirlo mucho más sujeto esa pequeña cabeza de las coletas, pero sin ejercer demasiada presión y comenzó a follarsela sin mucha compasión, podía escuchar cómo se la engullía casi por completo, pero luego de un momento recapacito dejándola hacer, se apartó un poco mientras su respiración se calmaba y luego se dedicó a comerle los huevos con la misma vehemencia de siempre. Haciendo acoplo a su más férrea voluntad, le hizo subir en la cama y posiciono su menudo cuerpo sobre su pecho, para su satisfacción la marca de humedad se había vuelto más grande y oscura. Retiro con cuidado la diminuta tela de algodón, ante sus ojos tenía la que para él se estaba convirtiendo en la visión más perfecta de todas. Un tierno coñito rebosando en jugos, tantos que le daban un brillo natural a toda su almejita y desprendiendo unas gotitas que no hizo esperar a llevarse a su boca, lamer ese manjar no tenía comparación. La intensidad de sus lamidas tomaron por sorpresa al nena que dio un respingo de placer y no hizo esperar una serie de gemiditos que inundaron toda la habitación. Desvió su mirada al techo del cual colgaba un gran espejo y la ...

... perfecta visión de la niña sentada sobre su cara era de 5 estrellas. Movía su lengua con fuerza y velocidad, saboreando y tragando cada gotita de flujo infantil que Nelly le regalaba. La juguetona lengua, se escapaba en ocasiones hacia el cerrado anito de la ninfa lubricándolo a la perfección mientras metía uno de sus dedos en esa cuevita, mojada, apretada consiguiendo una expresión de goce en el rostro de la pequeña Nelly, cuyos gemidos se habían transformado en sonoros grititos de placer. Klaus se preguntaba si siendo tan pequeña, podría alcanzar un orgasmo propiamente dicho, o simplemente se haría pipi, pero estaba dispuesto a comprobarlo. Acelero la velocidad de su lengua, y la profundidad de sus incursiones, y con su dedo, presionaba más fuertemente su ano, intercambiando con tu tierno botoncito, el cual presionaba formando círculos estimulándolo al máximo. De forma inesperada, la pequeña ninfa se agarró con fuerza al frondoso cabello del policía, mientras gritaba que se hacía pipi, y apretaba sus pequeñas piernas contra la cabeza de su fornido amante mientras y descargaba en su boca sus deliciosos flujos infantiles. Cuando termino su orgasmo, el asombrado Klaus, movió a la pequeña Nelly colocándola sentada sobre la cama, mirándola con asombro, mientras la niña se sonrojaba de forma descontrolada. - Lo… lo siento. Me hice pipi en tu boca. -No pasa nada princesa. Me ha gustado mucho. Gracias. De verdad. Beso en la boca a su acompañante con afecto, y con la morbosa idea en la ...