1. La lasciva vida de una maestra de escuela (Parte 4)


    Fecha: 28/03/2018, Categorías: Confesiones Autor: Trovo Décimo, Fuente: CuentoRelatos

    ... follarme varias veces en un solo día ¡Venga Dámelo! ¡Dáselo todo a mami! Te quiero dejar secos esos cojones tan hermosos que tienes fabricando leche para mí”
    
    -“Mmmm ¡Voy a correrme! mmmmm ¡Mira cómo me estás corriendo de nuevo! ¡¿La sientes?!”.
    
    -“Oh sí, que rápido esta vez… esa masajista es muy buena haciendo su trabajo por lo que veo…”.
    
    Le hundí la polla a fondo y con los ojos como platos mi madre me miraba percibiendo cada uno de mis aldabonazos de tiros blancos sobre su útero…, me iba deslechando desovando toda mi lefa espesa en lo más profundo de su intimidad. Cuando la extraje, ella se dio vuelta y montado sobre ella, empecé a lamer los pezones… eso realmente la volvía loca. Baje entre sus piernas, ella me decía que no, pero no le hice caso y corriendo su tanga a un lado comencé a chuparle el coño.
    
    -“No por favor no lo hagas”
    
    -“¡¿Mmm dime que no te gusta?!”
    
    -“¡Aaahhh! Nunca me lo habían hecho así… nunca me lo habían chupado como tú lo haces con todo el coño recién follado repleto de leche”.
    
    -“¡Mira en el espejo como te lo chupo!
    
    -“Te veo y me estimula mucho verte… ¡Déjame ver como entra tu lengua en mi coño!”
    
    -“¡Mira como lo hago mamá! ¡¿Dime si te gusta cómo te come el coño tu hijo pequeño?!”
    
    -“Sí sigue… sigue. ¡Mmmm como me tienes Alberto… estoy toda mojada y aun me calientas como a una perra”.
    
    -“¡Mmmmm! Siente como te como el clítoris, como te chupo tu conejo… Sabe delicioso ¡No me canso de comérmelo de lo bueno que está!”
    
    -“Me ...
    ... pone cachonda solo escucharte hablar… tu padre nunca lo hace, nunca lo hizo como tú… él no me hace sentir como tú… ¡Uumm! ¡Cómo me haces gozar…!
    
    -“Quiero que te corras otra vez… comiéndote el coño”. Me arrecié en sus labios, en su conducto metiendo mi lengua y lengüeteando su clítoris.
    
    -“No me digas más que me vuelves loca”
    
    -“Vamos mamá ¡Dámelo en la boca…! Quiero saborearte entera… quiero que acabes corriéndote para mí”
    
    -“Si continuas un poco más ¡Mmmm, lo vas a lograr!”
    
    -“¡¡¡ Eso quiero!!!! Smmmllll… ¡Dámelo en la boca…!” Le hacía sentir mi lengua dentro de su conejo.
    
    -¡MMMM! ¡¡Más rápido!! ¡¡Mas!! ¡¿Más?! ¡¡Asíii!! ¡Me corro otra vez!”
    
    Nunca una mujer había acabado en mi boca tantas veces, era una sensación extraña aguantando las ganas de correrme tras quince minutos comiéndole el sabroso coño a mamá. Me puse a su altura y le di mi polla empalmada que no dudó en mamarme el glande y pajar el resto del tronco con la pelotas agarradas con la otra mano, y en nada terminé corriéndome bañándola entera de lo que restaba de mi lefa licuada. Ella con la boca cerrada gemía de placer.
    
    Luego recogiendo un poco con sus dedos, lo llevo a su boca y probó mi semen. Ciertamente aquellas vacaciones improvisadas se acabarían, pero mientras tanto, nuestras relaciones sexuales se mantuvieron con ciertos límites pero llegando a extremos increíbles. Lo hacíamos por lo menos unas cuatro veces al día. Sin nadie en casa, solíamos ir ligeros de ropa o directamente andamos ...
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