1. La lasciva vida de una maestra de escuela (Parte 4)


    Fecha: 28/03/2018, Categorías: Confesiones Autor: Trovo Décimo, Fuente: CuentoRelatos

    ... la vida y te amo como jamás amé a otra mujer”.
    
    Ella quedó inmóvil en mis brazos como asimilando lo que acababa de decirle a esas horas de la mañana recién despertar de un largo y reparador sueño, entonces la acerqué a mí y fui en busca de su boca besando sus labios por unos 15 segundos, separé mi boca de la suya, la miré y dijo…
    
    -“Es una locura… soy tu madre y me haces sentir como una novia en con su primer hombre… creo que he superado el nivel de mejor amiga… jamás imaginé algo así, pero ahora que ha sucedido quiero envolverme en esa locura porque yo también siento por ti que eres algo demasiado especial… ¡Bésame mi vida!”
    
    La tomé fuertemente por la cintura, ella llevó sus manos a mi cuello y nos besamos envueltos en un deseo irrefrenable. A medida que el beso se fue prolongando todo fue convirtiéndose en vorágine, la sujetaba por sus nalgas, ella movía su cuerpo contra el mío, haciendo que mi polla se endureciese cada vez más, cada segundo que pasaba la pasión y el deseo se hacía más ardiente e incontrolable. El beso se prolongó… no sé tal vez durante una eternidad, luego dijo con voz entrecortada en la respiración…
    
    -“Mi amor… me siento tan distinta en tus brazos… quisiera que este instante fuese eterno… no puedo creer que esté así contigo… te deseo… quiero sentirme nuevamente mujer en tus brazos…quiero ser tuya aunque solo sea una sola vez más”.
    
    Volvimos a besarnos con violenta pasión, y en medio de ese acalorado encuentro matinal sin dejar de besarnos, ...
    ... de acariciarnos nos revolcamos sobre la cama, hasta quedar con ella sobre mí. Sus manos hacía rato habían moldeaban mi anatomía como un ciego queriendo ver sin mirar, mientras continuaba su boca besaba mi cuello, su lengua comenzó a recorrer mi pecho, a lamer mis tetillas, a besarla provocando en mí una excitación inigualable.
    
    Ella incorporó su tórax quedando sentada con parte de mi cuerpo en medio y con su culo apoyada sobre mi miembro viril erecto por demás…, mis manos acariciaban su tórax amasando sus flamantes tetazas cuyos pezones se manifestaban erguidos y hermosos… ella jugueteaba con su caballera en medio de gemidos…, sus tetas son maravillosas, más duras de lo que pude imaginar, redondas, con sus pezones erguidos rodeado de dos enormes aureolas rosadas que casi cubre todo su globo.
    
    La llevé hacia mí, ahora ella quedó sobre la cama y mi boca deseosa fue en busca de sus tetas, las lamí, las besé, las succione con mi boca ansiosa, mis manos gozaron acariciándolos mientras ella gemía y daba gritos de placer. Varios minutos pasamos así, hasta incorporarnos y ver sus nalgas apenas descubiertas…, habíamos dormidos juntos y desnudos por primera vez, eso me hizo comprender que tenía delante mí a una mujer esplendorosa y que era más perfecta de lo que mi mente jamás imaginó a una mujer. La tomé en mis brazos por la cintura y dije…
    
    -“Sabes que… eres más bonita de lo que siempre te imaginé”.
    
    Mientras volvíamos a besarnos pegando nuestros cuerpos anhelante del otro. ...
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