Helena y la despedida de soltero
Fecha: 31/03/2018,
Categorías:
Anal
Sexo en Grupo
Sexo con Maduras
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... dedos de su otra mano en la humedad de mi concha, por debajo de la tanga, haciendo que me olvidara del mundo alrededor. El pendejo sabía realmente tocar a una mujer. Antes de que Helenita quedara desnuda, ya me había arrancado dos orgasmos con sus prodigiosos dedos.Mi amiga se levantó del suelo y los hizo callar. Pidió que apagaran también la música y atenuaran un poco la luz, entonces en medio del silencio se acercó a Facundo, el novio de Fernanda.Se inclinó sobre él, mostrándole su perfecto culo al resto de los amigos y tomó esa enorme verga con ambas manos. El chico abrió la boca en una exclamación de sorpresa y enseguida la pija recuperó esa rigidez que tenía al principio. Helena se agachó todavía más y se metió toda esa cosa en su dulce boca, provocando otra oleada de alaridos. La saboreó con gusto y se la chupó hasta casi hacerlo acabar. Entonces se incorporó y pasó una pierna a cada lado de esa hermosa herramienta y fue descendiendo hasta empalarse completamente en ella. El chico dejó escapar un suave gemido, mientras todos los demás contenían la respiración. Ella comenzó a moverse sensualmente, subiendo y bajando por esa cosa dura, mientras Facundo comenzaba a gemir cada vez más. Por unos instantes, solamente se oyeron la respiración y los jadeos de ambos, completamente dedicados a su propio placer. Helena tembló repentinamente, dejando ver que había alcanzado el primer orgasmo de todos los que iba a experimentar en esa noche. Continuó moviéndose sobre el chico, ...
... hasta que él de golpe se estiró lo que le permitían sus ataduras y gritó como poseído, mientras acababa dentro de la dulce conchita de mi amiga. Ella lo besó en los labios con dulzura, se salió muy despacio y le lamió la pija ya no tan dura hasta dejarla sin rastros de fluidos.Los amigotes repentinamente reaccionaron. Seis de ellos tomaron a Helena por los brazos y así llevándola en volandas se encerraron en una de las habitaciones. Yo quedé a merced de los tres restantes, que me miraron con los ojos enrojecidos, disfrutando de antemano las mil maneras en que pensaban cogerme. Se fueron acercando muy despacio y yo traté de escapar por un costado. Una cosa era que me provocaran orgasmos frotándome hábilmente mi delicada conchita y otra cosa muy distinta era que tres pendejos salvajes, excedidos en testosterona, perforaran todos mis orificios sin piedad… y todo por culpa de una dirección equivocada.Pero todo fue inútil. Dos de ellos me tomaron por los brazos a cada lado y me llevaron hacia la pesada mesa de algarrobo del salón, poniéndome boca abajo sobre la tabla. El tercero levantó mi falda hasta la cintura y desgarró mi tanga de un manotazo, dando un silbido al ver mi cola redonda y mi monte bien depilado. Por suerte tenía la concha lubricada y dilatada por los dedos del otro chico que ahora estaría cogiéndose a Helena. Nada de preliminares ni suavidad. Enseguida sentí unas rudas manos que aferraban mis caderas y una poronga dura que se abría paso en mi canal vaginal hasta el ...