Un borracho - Relatos Eróticos

Un borracho

... para regresar a casa y me marche. Abri la puerta de mi casa con cuidado y en puntila entraba en ella para encontrar desnudo al primo de mi esposo que miraba la television de la sala. No sabia que hacer y me quede mirando lo denudo de él. Hoce un ruido con mi garganta como aclarar la garganta y él al verme se levanto y salia corrindo para el cuarto que le habiamos proveido a él. LLegue a la puerta de su cuarto y comence a tocar la puerta hasta que él salia del cuarto y se diculpaba conmigo. Yo de voluntaria lo abrazaba a él y le decia a él que se quitara su boxer. Él no accionaba y yo se lo comence a quitar hasta yo quedar de rodillas mirando ese tolete que él tenia en medio de sus piernas. Con cuidado yo lamia la punta de su berga y ella respondia a comenzar a pararse. Escuche que el me decia que su primo podria llegar en cualquier momento y yo le decia que no se preocupara que todo estaba bajo control y que yo tenia el auto conmigo. Él me puso de pie y me besaba mientrastras sentia sus dedos recorrer la raja de mi panocha cuando uno de sus dedos me acarcicaba mi clitoris. Comence a temblar y él me jalaba a la cama donde su primo me habia desvirgado recien casados. El ...

... movimiento de cintura del primo era mas lento pero cada penetrada que sentia me enloquecia y me hacia estremecer. Mientras me penetraba hacia que con mi propia mano le tocara la berga cuando entraba y salia de mi y lo hice para sentir ese piston de carne que comia todita. Mire el reloj y eran las tres de la madrugada. Tome el celular y prentendi estar dormida y llamaba a la familia donde habia dejado a mi esposo y alguien me contestaba para decirme que mi esposo estaba dormido y que habia decidido regresar hasta siguiente. Lo que me gusto fue cuando me decian que no me moviera de la casa y que mi esposo estaba seguro. Senti una sensacion rica de hablar mientras me tenian clavada en otra berga que no era la de mi marido. Seguimos cogiendo hasta lograr haberlo hecho dos veces en la madrugada. Esa madrugada me habian dejado la panocha toda inchada pero habia valido la pena. Nos despertamos por la mañana y volviamos a coger para despues irnos a recoger a mi espooso

.El primo de mi esposo de regreso a casa viajaba en el asiento trasero. Llevaba una cara de no culpable, pero por mis adentros me decia para mi misma " Desgraciado si supiera tu primo que me cogistes toda la nadrugada".