1. Mi madre, mi mejor amiga


    Fecha: 04/04/2018, Categorías: No Consentido Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    Lo que voy a contar a continuación puede que no os lo creáis, pero es real. Mi nombre no lo diré aquí. Podéis llamarme hijo. El de mi madre tampoco. Podéis llamarla madre. Tengo 23 años y desde pequeño mi madre siempre se ha desvivido por mi. Puede decirse que fue, porque mis hermanos mayores estudiaron fuera del país y yo me quedara aquí, fui el favorito de ella. Mi madre tenía veinte años más que yo. Nos tuvo a mis hermanos y a mi muy seguidos con un par años de diferencia, parece que siempre que lo hiciesen mis padres, ella se quedaba embarazada.
    
    Ese verano vino muy caluroso. Una tarde mi padre se había echado la siesta, yo estaba viendo la tv y mi madre leyendo. La tenía enfrente de mi con un vestido corto y yo de vez en cuando me fijaba en sus piernas. Al poco me dijo que se iba a acostar también la siesta. Al poco rato, la cama de mis padres empezó a moverse, ñi, ñi, ñi. Menuda siesta se estaban echando. Estaban haciéndolo y yo no podía evitar oírlos.
    
    Al oírles no pude evitarlo y empecé a pajearme y después un rato me corrí largamente. Después de un rato la cama dejó de moverse, aunque no les oí gemir al correrse.
    
    Esa noche me acosté pronto y mi madre vino a darme dos besos en ropa interior.
    
    -Buenas noches, cielo.
    
    -Buenas noches, mamá.
    
    Al girarse para irse, me fijé en su culo. No tenía un culo perfecto de jovencita, tenía celulitis y un culo grande pero me excitaba mirarlo.
    
    A la mañana siguiente acompañamos a mi padre al aeropuerto. Tenía un viaje ...
    ... de negocios fuera del país y tardaría unos días en volver.
    
    Por la tarde hacía mucho calor y mi madre me dijo: voy a ducharme, estoy toda empapada de sudor.
    
    -Bien mama. Tomaré un batido.
    
    Se fue a la ducha y oí el agua caer. Entonces tuve una visión. Mi madre desnuda bajo la ducha.
    
    -Hijo ¿puedes venir? Me llamó. Se me olvidó la toalla en la habitación. Corrí a por ella y se la deje en el armarito al lado de la ducha.
    
    -No la alcanzo hijo, se me metió champú en los ojos y no veo.
    
    Yo cogí y se la di abriendo un poco la cortina de la ducha. Ella la abrió del todo y como no veía bien no pudo ver que me tenía enfrente.
    
    Me quede paralizado mirando su cuerpo. Sus tetas grandes y sus pezones apuntándome. Una pequeña tripita que asomaba y más abajo su pubis que no llevaba depilado. Sus caderas eran hermosas y anchas.
    
    Se envolvió con la toalla y me pidió ayuda porque no podía salir de la ducha.
    
    -No veo bien. Vale mama te ayudaré.
    
    La agarre de la muñeca y la ayudé a salir. Me rozó con su cadera y me dio un escalofrío.
    
    Me volví de espaldas mientras terminaba de secarse y después me dijo: ¿qué? ¿Qué te parece?
    
    -¿Qué, qué me parece, el qué?
    
    -Mi cuerpo, tonto. ¿Qué qué te parece?
    
    -Eres mi madre. ¿Qué me va a parecer?
    
    -Pues que también soy una mujer además de tu madre. He notado que alguna vez nos has espiado a tu padre y a mi mientras hacíamos el amor.
    
    ¡Vaya hombre! Se había dado cuenta.
    
    Puse cara de vergüenza y miré al suelo.
    
    -Anda no pasa ...
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