Quebrada de sexo - Relatos Eróticos

Quebrada de sexo

Volvía de la playa en la tarde de un día de vacaciones. El camino de la casa al pueblo es de unos 2 km junto a una quebrada con hermosas y frescas cascadas. Hacía calor y decidí bajar a la quebrada a tomar un baño. Mi sorpresa fue mayuscula cuando al acercarme vi a un amigo, vecino de la casa de al lado a la mía, gimiendo ruidosa y frenéticamente de placer, mientras un negro del pueblo se lo cogía con lujuria. Al acabar se besaron con deseo largamente y luego vi satisfacer a mi amigo oralmente a aquel hombre.

Al acabar juguetearon en el río y se fueron luego de copular nuevamente.

Mi amigo tiene una novia muy linda y no es nada afeminado. Esa noche me masturbé con aquella escena que vi y casi no pude dormir.

Al día siguiente vi a Jean en la playa y me acerqué a conversar con él contandole lo que había visto. Entonces Jean me dijo: Ese negro me sedujo hace tres años y cada vez me gusta más, no imaginas lo rico que es sentirse la hembra de un hombre así, lo divino que es mamar su virilidad, lo delicioso que se siente sentir un pene dentro de cuerpo y sentirlo eyacular mientras te coge.

Por la orilla pasó un negro enorme con un traje de baño tipo bikini y Jean me dijo: Míra que negro tan bello, y mira su bulto, deberías probar, dijo y se levantó para irse.

Me acerqué a la orilla y al ver a aquel hombre acercarse no pude dejar de mirar su bulto. Mi pene se erectó y me sentí avergonzado. El negro me miro y sonrió acercandose y me dijo: Hola, soy Jordan. José ...

... Luis, respondí dandole la mano. El notó que miraba su bulto y se sentó a mi lado y me dijo: Tu amigo es la hembrita de Hilario desde hace tres años, ¿Tienes novio?, NO, dije, no soy gay. El rió y me dijo: No tienes que serlo, tu amigo es bisexual, disfruto lo mejor de ambos mundos. ¿No te gustaría probar?, No creo, respondí, entonces el rió y me dijo: Entonces por qué se te paró al verme, yo se que te gusto, y podría darte un placer que no imaginas, y sin darme tiempo me besó en los labios. Quedé petrificado, pues me había besado en público, aunque no había casi nadie en la playa.

Entonces Jordan me dijo: Vamos, eres rubio y tu piel es muy blanca, y el Sol empieza a ponerse fuerte. Tomó mi mano y partimos hacia el pueblo. Estaba en shock y me dejé llevar. En el camino Jordan me beso 2 veces con ardor asentandome su larga y gruesa virilidad, yo estaba muy excitado. Nos desviamos y fuimos a una quebrada secundaria. Allí me beso largamente. Yo solo le decía, No, No, por favor, para. Pero el continuaba. Me hizo girar y me abrazó por detrás y empezó a besar mi cuello. Al sentir que asentaba su virilidad en mi trasero le levanté la cola y me paré de puntillas, para sentirlo mejor. Sus manos empezaron a acariciar mis tetillas mientras me desnudaba. Creí que moriría de placer, ya no me opuse más y empecé a gemir de placer.

Jordan separó mis nalgas y colocó su pene entre ellas. En ese momento me percaté que tenía un sexo enorme, y que era un hombre muy alto y fuerte, no podría ...