1. El largo camino - Capítulo IV – El marques


    Fecha: 06/04/2018, Categorías: Gays Autor: mena55, Fuente: SexoSinTabues

    Capítulo IV – El marques Después del mediodía, Lucio llevaba a los dos niños al marqués. Los dos vestían ropas barrocas de la época, parecían niños de gente bien. Fue el propio hombre quien salió a saludar a Lucio y a ver a los dos niños, de los cuales se quedo encantados. El hombre les hizo pasar dentro de su casa palacio, toda ella rodada de unos grandes jardines, una fuente de piedra con una estatua hacia de ornamento a la entrada del palacio. Los dos niños andaban con sus bocas abiertas, ya que nunca habían entrado en semejante casa. El hombre se les presento, Juan y lo mismo los niños, que en un principio no les gusto mucho el hombre, pero a medida que el hombre iba hablando los niños le fueron cogiendo confianza, ya que vieron que era muy buen hombre, eso les pareció. -Juan- ¿Os gusta la casa? ¿es grande? -Alvaro- ¡Si, muy grande! ¡vive solo! -Juan- Si, no tengo más que la gente que trabaja para la casa… vamos al dormitorio… ¿quieren que juguemos ya? me ha dicho Lucio que son muy buenos… -Alvaro- ¿Y cuanto nos va a dar? -Juan- Depende de vosotros, lo bien que me lo hagan pasar… yo a Lucio le dijo una cantidad, puedo subir o bajar… quiero que se ganen el dinero… Fueron entrando al gran dormitorio del marqués, todo ello al más puro barroco. Grandes cuadros, cortinas de seda… Alvaro entendió que debía de hacer el mejor trabajo que nunca antes había hecho y viendo que el hombre salía por una puerta le recomendó a David que hoy debían de dar mucho cariño al hombre y hacerle ...
    ... disfrutar y que ellos dos eran los mejores haciendo aquello. El hombre volvió a salir con una copa de licor en la mano. Se sentó en un sillón y Alvaro se acerco hasta el hombre, le beso en la cara donde el hombre giro la cabeza ya que le había gustado aquello. Le fue metiendo la mano por la camisa barroca blanca por el pecho, David por fin se decidió y se acerco. El se arrodillo y le fue manoseando el paquete del hombre. Alvaro le daba besos por la cara, el hombre se sintió muy feliz por lo que esos dos niños hacían. -Juan- ¡Que niños estos! ¡qué niños! ¡hay, hay! –gemía de placer y alegría- ¡si, eso, eso! –le decía a David que le había desabrocho los cuatro botones del pantalón- ¡si, cométela, cométela! –David se había puesto a comerle la polla- -Alvaro- Vamos a quitarle todo… ¡David, quítale todo lo de abajo! David se lio a quitarle los zapatos, calcetines, pantalones, calzones y Alvaro hacia lo mismo con la ropa de arriba, dejando al hombre desnudo. Su cuerpo grueso, pero con una piel fina, sin apenas arrugas, desprendía un buen olor a limpio, una gran tripa. Alvaro se lio a comerle los pezones del pecho y David continuo con la polla. -Alvaro- ¡Vamos a la cama! allí estaremos mejor… ¡David vamos a quitarnos todo! -Juan- ¡Niños, niños! que cosas me hacen… si vamos a la cama… quiero veros desnudos… -los niños se fueron quitando sus ropas nuevas a los ojos del hombre- ¡que ríos, que ricos! –les decía sentándose al borde de la cama- ¡que bellos son! -Alvaro- ¡Ahora póngase en ...
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