1. LOS 7 PECADOS SEXUALES 4


    Fecha: 06/04/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Beto43286158, Fuente: SexoSinTabues

    ... necesario poner saliva en mi chochito, este ya estaba muuuy lubricado. “Entonces llegó el momento”, pensé y me puse a su disposición, totalmente a gatas, enseñándole mis nalguitas blancas, esperando a que me diera todo lo que tenía, pero no fue así. La verdad esto era más lento de lo que imaginaba, es totalmente diferente a cuando lo hago con Sofi, que solo le digo tómame y me devora completita, a Boby no le interesaba si yo estaba desnuda o no, no le interesaba si yo estaba caliente o no, el necesitaba que yo lo guiara. Por lo que a gatas me le acerqué, me agaché a un lado de él y le chupé su fierro nuevamente, comenzó a disfrutar, su fierro se puso cada vez más grande, cada vez más grueso, cada vez más duro. Poco a poco su base se fue convirtiendo de una pequeña bolita a una pelota enorme, le chupaba su pene masturbándolo con mi boca, y fue entonces cuando Boby entendió lo que yo buscaba de él. Me volteé acerque todo mi culito a su hocico, y lo hice que me lamiera. Fue una de las sensaciones más placenteras que he sentido en toda mi vida, esa lengua tallaba y abría mis labios vaginales, con gran velocidad y fuerza, es como si fuera un vibrador en forma de lengua, comencé a sentir contracciones en mi vientre y por un momento creí que si Boby continuaba acabaría en su boca. Boby dejó de lamer y caminaba a un lado de mí, estaba emocionado y se le notaba, la mitad de su pene estaba ya fuera de él. Pero no sabía que se me podía subir, así que intenté montarlo yo a él. Me le ...
    ... subí y él me pudo pero se emocionó tanto que comenzó a correr y dar círculos, se me acercaba y volvía a correr. Cuando estaba cerca de él le agarraba su fierro y se lo masturbaba, o si podía, se lo chupaba un poco, o lo montaba nuevamente. Yo me ponía a gatas y lo esperaba, pero ya un poco cansada de los brazos, doblé mis codos y quedé empinada del culo hacia arriba, con el pecho pegado al suelo. Entonces a Boby le llamó la atención, y me monto, comenzó a bombear y aunque no me atinó, fue muy rico sentir que su pene me tallaba los labios de mi vagina. Se bajó y emocionado corrió a mi alrededor como sabiendo que lo que estábamos haciendo era placentero. Me volví a acomodar, y se subió unas cuantas veces más. Cuando lo hacía trababa de ayudarlo con una de mis manos para guiarlo a que entrara en mí, pero era un poco complicado porque él es muy rápido en su movimiento de cadera y algo pesado cuando se me sube. Después de varios intentos, yo muy excitada, húmeda y sudada del cansancio, Boby se subió en mí y ¡ZAZ! Entró en mi conchita. Era una metralladora, entraba y salía tan rápido que casi me hizo venirme en un instante, se cansó y se bajó de mí, pero su lengua ya estaba de fuera y jadeaba sin parar, me lamio mi conchita y me volvió a penetrar, pum pum pum, sin parar. Se bajó de mí de nuevo, para descansar un poco y nuevamente me vuelve a montar, ZAZ! Esta vez lo hace tan fuerte que siento como esa bola de su base del pene, abre mi conchita al máximo y entra dentro, de mí. Es tan ...