Sexo anal con mi amiga Maribel
Fecha: 09/04/2018,
Categorías:
Anal
Autor: darkyss, Fuente: xHamster
... babeaba por entrar ahí y así fue, su ano cedía poco a poco y me dejaba entrar. ¡Cómo me encanta sentir que la cabecita de mi pene ya está adentro!, pues sé que lo que sigue es más fácil; sin embargo, a ella le dolía pero sí aguantaba el dolor, lo toleraba. Ella estaba en cuatro, como mi perrita, después se acostó y seguí penetrándola, me encantaba ver mi pene cómo entraba y salía y como a veces, se movía para meterse un poco más, de manera que sólo le metí el glande y si acaso, como dos centímetros más, pues no quería lastimarla.Además, ella fue la tercer mujer que me dio su ano y ¡sí era virgen por ahí!, de las otras dos, una ya tenía experiencia bastante y la otra, también pero muy poca y dos amigas más que se me escaparon de darme sus anos. A Maribel sí le estaba gustando cómo le daba por su colita, me lo hacía saber y algo que le calentó mucho fue cuando le metí mi dedo por su vagina, simulando una segunda verga y me la cogía por los dos lados, eso le encantó, pidiéndome más y más y su vagina se mojó aún más.Esa visión y esa sensación de meterle mi dedo en su vagina, mi pene en su ano y lo mucho que lo disfrutaba, me excitaba aún más, aunque lo malo fue que, por la posición, mi brazo me dolía, era difícil penetrarla con mi dedo y algo incómodo para mí, así que solo la penetré un rato más. ...
... Después, me centré de nuevo en disfrutar del momento, era mi primer ano virgen y me empeñé en hacerla gozar, ya Maribel sentía más placer que dolor y eso la ayudaba a disfrutarlo más.Pasado un rato, le avisé que ya casi terminaba y eyaculé muy rico, creo que bastante y mientras ella sentía cómo le llenaba su ano de semen, le comentaba cómo me encanta el sexo anal, Maribel era mi amiga, pero también se estaba convirtiendo en mi esclava y hacía lo que yo le pedía, le encantaba que la tratara como a una puta, que fuera yo su amo. Dormimos pocas veces juntos, en su casa, con sus papas, o en la mía, yo no sentía amor por ella pero sí me encantaba que me obedeciera, en otro relato le contaré el resto, sólo sé que ella es una maestra a la hora de mamar un pene, según aprendió solita y me masturbaba, me mamaba el pene; además, se dejaba grabar, tomar fotos y hasta se estaba animando a coger con otro hombre, o probar el sexo lésbico.Para ser honesto, a mí no me gusta manipular porque aparte de sentirse uno muy superior, saber que puede pedirle lo que sea y ella acceda, se me hace abusivo en parte y por eso, mejor me alejé de ella, pues no necesito una esclava pero en verdad, ¡sí me encanta dominar! pero soy una buena persona y por eso, no pude seguir. En las próximas semanas, les contaré el resto, adiós.