El inicio con mis hermanas II. - Relatos Eróticos

El inicio con mis hermanas II.

... escolar, mi papá tenía muy cuidado a mi hermano, por lo tanto, casi todo el día se lo llevaba, mi hermana M. y yo trabajabamos en el taller. Por supuesto la vigilancia de mi mamá y de mi hermana M. se relajo, ya no era tan estrecha y sin buscarlo, los juegos con mi E. empezaron otra vez, mi papá me mando a pintar toda la casa, yo de mala gana tuve que aceptar. Solo me faltaba mi cuarto y mi hermana E. llego, primero pensé, que quieren que haga ahora, además me acorde que por culpa de ella, me habían quitado mi comic, aún que ya había pasado mucho tiempo; traía un vestido verde esmeralda. Oye, te puedo ayudar. Yo de mala gana le conteste. Pero si no sabes pintar. Andale enseñame y te ayudo. Yo solo pensaba, que me iba a quitar el tiempo; todavía un poco receloso, le dije. Pues dile a mamá, si te deja. Ella se fue y regreso con mamá, con fastidio me dijo. Deja que te ayude, a ver si así te apuras. Y se fue, yo me quede muy enojado, por lo que me dijo, mi hermana se dio cuenta. Me perdonas, me dijo E. Me extraño mucho, lo que me dijo. Por que me pides perdón. Por lo del comic. Bueno, no te preocupes por eso; solo se rio. Pensé a lo mejor, quiere jugar conmigo otra vez, fui por una brocha y una bandeja para echar pintura y que ella pintara. Mira, remojas la punta de la brocha en la pintura y con mucho cuidado, la acercas a la pared y pasas la brocha sobre ella. Si. Trata de no tirar al suelo, a ver intentalo. Le di la brocha y la bandeja, se puso adelante de mi, cuando puso la ...

... brocha en la pintura, la metio toda. No, solo la punta, por que, si la llenas toda, vas a escurrir toda la pintura. Perdón. Aún que, al acercar la brocha a la pared, tiro un poco, comenzó a pintar. Bueno tu pintas, de la mitad para abajo y yo de la mitad para arriba, te parece. Si, de acuerdo. En eso ella se pego a mi y se rozo conmigo, de inmediato se me paro la verga, había pensado, en que ella pintara de un lado y yo del otro, para no estorbarnos, pero cuando se rozó conmigo eso cambio, me puse atrás de ella, para rozarnos mejor, obvio mi verga quedaba a la altura de su espalda baja, pero yo me seguia rozando. Como teníamos la puerta abierta, tenía que estar vigilando, para que no me cacharan, era un poco incomodo, pero muy cachondo. Oye, si mejor nos apuramos y le decimos a mamá, que tenemos que cerrar la puerta, para pintar ese pedazo de pared; me dijo E. Tienes razón, apurate y voy a decirle a mamá, lo que me dijiste. Nos apuramos a pintar, eso si ya sin darnos cuenta, si lo hacíamos bien o no, solo quedaba el pedazo en donde estaba la puerta. Ve por mamá, para que le explique. Llegaron las dos. Oye tenemos que cerrar la puerta, para pintar esa parte, esta bien. Para eso me hablaron, apurense. Mi mamá salio del cuarto y cerré la puerta, de inmediato abrace a E. por delante, y meti mis manos dentro del vestido, para tocarle las nalgas de forma más directa, eran perfectas, estaban muy duras, pero a la vez eran muy suavecitas, aparte eran muy grandes, le empecé a besar el ...