1. La Serena


    Fecha: 20/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: abaco3636, Fuente: RelatosEróticos

    ... dilatado. Retiró sus dedos, lo que evidentemente molestó a Ana, y luego se bajó los pantalones y los boxers. Le habría encantado recibir una de esas espléndidas mamadas de su novia, pero sabía que era peligroso; ella seguía creyendo que él era un delincuente, y podría aprovechar el momento para mutilarlo...
    
    Se acomodó detrás de su novia, y sin ceremonias, llevó su miembro al esfínter de Ana y comenzó a presionar. Requirió mucho esfuerzo, pero finalmente su cabeza entró por completo. Se detuvo un momento para disfrutar de la sensación y la situación. Era lo que siempre había querido, prácticas sexuales extremas con aquella mujer que creía inocente... la presión que ejercía el ano de su novia era tan fuerte que hasta sus propios latidos le producían dolor.
    
    Continuó hasta que su pelvis quedó presionando ese culito hermoso, a pesar del dolor que esto le provocaba... parecía como si se lo fuera a despellejar. Los gemidos de Ana eran una armónica mezcla de aullidos de dolor y gritos de placer... de todos modos, el placer debía ser más fuerte, ya que fue ella misma la que empujó su culo contra su novio para que entraran los últimos centímetros.
    
    Diego estaba en las nubes; jamás había estado en una situación tan placentera. Dejó pasar un momento para retomar el control y luego comenzó un lento mete y saca, mientras el desconocido hacía lo propio por la otra entrada. Así pasaron varios minutos, en los que ambos aumentaron progresivamente el ritmo. En cuanto a la coordinación, ...
    ... era variable. A ratos, uno entraba mientras el otro salía; otras veces ambos entraban y salían al mismo tiempo, y otras estaban totalmente desfasados. Esto parecía ser lo que más le gustaba a Ana, quien aumentaba el caos en el acto moviendo su cadera de adelante hacia atrás a su propio ritmo.
    
    Finalmente, el desconocido aumentó el ritmo a una velocidad frenética, Ana lanzó un grito de sorpresa y luego el hombre dejó de moverse y salió de dentro de Ana, quien lo reemplazó inmediatamente por tres dedos, más el pulgar frotando su clítoris. Minutos después, su novia comenzó un orgasmo que duró minutos, sus gritos probablemente audibles en toda la manzana.
    
    Lo excitante de la situación, el hecho de estar provocándole un orgasmo por primera vez a su novia (de quien, inconscientemente, aún tenía una imagen angelical e inocente) y, naturalmente, su propia fisiología, le indicaron a Diego que su eyaculación estaba cerca. Decidió que quería llenarle el culo de leche a su novia, por lo que comenzó un ritmo frenético, que apenas si provocaba reacción en Ana, absolutamente agotada. Sólo instantes después se corrió abundantemente, sacó su miembro chorreante del culo de su novia y observó unos segundos la grotesca imagen del esfínter de Ana totalmente dilatado, chorreando semen.
    
    Diego se acomodó los pantalones, tomó la pistola, que había olvidado a un costado de la cama (obviamente nadie había estado en condiciones de usarla contra él; el desconocido y Ana ocupados en otros asuntos y ...
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