Nombre de ángel: Matías
Fecha: 21/04/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... que yo creía.
- ¿Y por qué mejor no la invitas a venir acá?
No lo había pensado... aunque no faltaban razones para no haberlo hecho.
- Pues, para empezar, ella no sabe nada acerca de ti. Nunca se lo dije, por tu situación legal, ya sabes
- Pero eso ya no es problema. Gracias a ti estoy emancipada
- De todas formas, no le agradará que seas una menor
- ¡Serás bruto!, simplemente no se lo digas. Si pregunta tengo 18 y ya
- Tienes 16...
- Cumplo los 17 el 6 de enero, no falta tanto
- No conoces a mi madre... supondrá que somos novios
- Que suponga lo que quiera, si me pregunta le diré la verdad, no creo que vea mal que vivamos juntos
- Ese es otro problema. Se pondrá como gallina clueca cuando vea que vivimos "en concubinato" ... es una mujer muy preocupada del "qué dirán" ... y cuando vea que no hay tal concubinato entrará en "modo madre" y te colmará de atenciones... créeme, la vas a terminar odiando
- Matías... ¿te avergüenzas de mí?
- ¡¿Cómo se te ocurre?!... si acaso, me siento orgulloso de ti
Se sonrojó como nunca la había visto sonrojarse
- ¿En serio?
- Claro que sí. Estás sola contra el mundo y te pusiste de pie. Eso, para mí, entre otras cosas, es digno de admiración
- Gracias, pero no me siento sola... te tengo a ti
Juro por Dios que si no suena el teléfono en ese momento no respondo de lo que hubiera pasado. Maldije internamente a mi madre por su inoportunidad, pero de todas formas me las arreglé para sonar lo ...
... suficientemente meloso. Susana me insistía, mediante señas, que la invitara a pasar año nuevo acá.
Acabé dando mi brazo a torcer... y mi madre aceptó encantada. Hacía años que quería conocer donde vivía, pero siempre le había dado largas al asunto... ya había colgado cuando recordé el "pequeño" detalle del porqué: Según mis padres, yo vivía en un apartamento de estudiantes, y estudiaba derecho.
Ya había dado el sí, y si me desdecía mi madre sabría que algo no iba bien. Lo comenté con Susana y entre los dos armamos una historia creíble: que me había mudado con ella hacía pocos meses, luego de que su novio -Samuel- la dejara para irse con otra -Cristina-... a mi madre siempre la seducían los dramas rosas. La ayudaba en las cuentas y a cuidar de su taller; que era ella, estudiante de Arquitectura de primer año, la que trabajaba en aquel tallercito, que ahora que su novio se había largado era su único sustento y otros detalles... mamá no era una gran detective -yo hacía años que sospechaba que mi padre le ponía los cuernos, pero ella no veía raras tantas salidas-, así que confié que la mentira colara.
No debí preocuparme tanto. Entre la felicidad de por fin verme y conocer mi domicilio pasó por alto las inconsistencias (como, por ejemplo, que fuera yo quien ocupaba el dormitorio más grande, o la falta de libros). Susana aprovechó la ocasión para volver a habilitar su pequeño dormitorio y yo dormiría en el sofá, para que mi madre pudiera dormir cómoda.
La primera reprimenda ...