Mi suegra
Fecha: 22/04/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Me llamo Federico, tengo 35 años, casado con una chica peruana hace un par de años, vivimos en argentina. Mi mujer trabaja como interna y viene a casa los fines de semana, yo tengo un taller donde fabrico bolsas de residuos. El fin de semana cuando viene mi esposa, me dice que había hablado con su madre y que nos iba a venir a visitar, yo no tuve objeción de que venga ya que la casa es grande. Cuando viajó mi suegra de Perú hasta Argentina, la fuimos a buscar con mi mujer, besos abrazos, todo lo normal en un reencuentro madre e hija, me la presenta, ya que no nos conocíamos en persona, mi suegra es una señora de 58 años, bastante barrigona, un metro cincuenta, cabello largo y cara aindiada, me había caído bien. Nos fuimos a casa, mi mujer la instaló en unos de los dormitorios de casa y todo normal. Yo llevé a mi esposa a su trabajo y cuando volvíamos mi suegra me dijo que se quería hacer un chequeo general, que si no me molestaba llevarla al hospital, le dije que no, que la llevaba sin problemas. Al otro día fuimos al hospital, el medico le mandó a hacer una serie de estudios y para el viernes tenía ginecólogo. "Chini, cuando vayas al ginecólogo, te la vas a depilar o vas a ir así, peluda", le dije, sonriendo, ya que le estaba tomando el pelo, "oye, y tú como sabes como la tengo?", me dijo, riendo y dándome un pequeño empujón en el brazo, "no, por curioso nada más", le dije y seguí conduciendo. Cuando llegamos a casa, ella se cambió, y yo me fui a cortar bolsas. Como a la ...
... hora, viene mi suegra y me dice, "oye Fede, es cierto, es mas higiénico depilada para ir al medico, verdad?", me dijo con sus cachetes rojos, "yo diría que si, que es mas higiénico", le respondí siguiendo con lo que estaba haciendo. "Pero es que tu mujer no viene hasta el sábado y yo tengo cita el viernes, no se como hacer", me dijo, mirando al piso, "mira, si quieres te depilo yo y listo", le dije, viendo que se ponía mas roja, "pero me da mucha vergüenza que me veas desnuda", me dijo, sin levantar la mirada, "no seas tonta suegra, vení, vamos a mi dormitorio", le dije, yendo primero al baño por una toalla y una maquina de las que usa mi mujer para depilarse ella. Tendí la toalla sobre la cama y le dije que se acueste ahí con las piernas bien abiertas. Las manos le temblaban cuando se empezó a bajar el pantalón y un enorme calzón que llevaba puesto. Se acostó de piernas abiertas y se tapaba la cara con las manos, mientras yo empecé a afeitar su concha, pasando mi mano para sacarle los bellos que no quedaban en la máquina. Ella seguía tapando su cara con sus manos y escuchaba su respiración nerviosa. Cuando le empecé a afeitar los labios exteriores, se los abrí y le vi su concha de un rojo intenso, pase uno de mis dedos por su concha y noté que estaba mojada, y ella dio como un respingo al sentir mi dedo pasar por ahí, la hice dar la vuelta y le pasé la máquina por la parte interna de sus nalgas, viendo su ojete, bien cerrado, de un color marrón oscuro, me tuve que contener por ...