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El verano con papá - gay
Fecha: 23/04/2018, Categorías: Incesto Autor: getaway11, Fuente: SexoSinTabues
... rozar su verga entre mis nalgas, yo podía sentir la cabeza de su pito contra mi ano. Papá empezó a empujar lentamente, no entró al principio y le tomó varios intentos hasta que su verga pudo entrar. Finalmente me metió la cabecita pero parecía que no podría meterla completa. Papá estaba siendo muy gentil y continuamente me preguntaba si yo estaba bien. Lentamente pero sin detenerse papá siguió insistiendo hasta que de pronto toda su verga estaba dentro de mí. A los dos nos tomó por sorpresa que entrara de pronto y papá soltó un gran gemido mientras se deslizaba hacia mi interior. Entonces empezó a moverse suavemente con un ritmo continuo. Había un closet con espejo y yo podía mirarlo cogiéndome. Podía ver que sus ojos estaban cerrados la mayor parte del tiempo mientras me daba por el culo. Yo disfrutaba ver las caras que hacía y ver cómo apretaba y abría mis nalgas. De pronto papá empezó a perder el control y a cogerme más fuerte, de pronto su cuerpo entero se puso rígido y soltó un fuerte gemido, finalmente se dejó caer sobre mi espalda. Yo podía sentir su tibio semen ...
... disparado dentro de mí. Nuestro romance siguió todo el verano, luego regresé a clases y en el siguiente verano tomé un trabajo de tiempo completo y no tuve mucha oportunidad de ir a verlo a la casa. Eventualmente dejamos de vernos para coger. Yo nunca me lo cogí y él solamente me chupó el pito una o dos veces. Me cogió muchas más veces en esos dos meses y en diferentes posiciones mientras mamá estaba fuera de la ciudad por varios días. Aunque lo dejé cogerme muchas veces y le mamé la verga, yo no sentí que él se estuviera aprovechando de mí. En realidad disfruté mucho acostarme sobre él y dejarme masturbar hasta el orgasmo. También me gustó mamar su verga hasta hacerlo eyacular. Ahora papá tiene 60 años y tuvo un ataque cardíaco hace unos años. Es difícil creer que es el mismo hombre con el que tuve sexo ese verano. Alguna vez platicó conmigo y me pidió perdón por todo lo que había hecho y dicho, se sentía mal porque somos padre-hijo. Yo le dije que yo no tenía ningún resentimiento ni arrepentimiento y que de hecho aún fantaseaba con las cosas que habíamos hecho juntos.