LA EX NOVIA DE MI HIJO - Relatos Eróticos

LA EX NOVIA DE MI HIJO

... era la oportunidad. Me contesto que le parecía maravilloso si la invitaba y le agradaría mucho que nos volviéramos a ver. Le dije… con mucho gusto hare el asado, lo único es que seremos solo los dos. No importa? Me respondió… sentiré mucha alegraría de volverlo a ver. Hasta aquí vi todo muy normal. Al día siguiente, domingo, a eso de las once de la mañana ella llego y trajo una botella de vino, me la entrego y menciono, para acompañar el asado, te parece bien?. Claro que si, muchas gracias y nos dimos como siempre un fuerte abrazo. Yo ya tenía todo organizado y antes de comer, serví dos copas de vino bastante generosas y mientras las tomábamos conversamos de sus proyectos, como iba en el estudio y demás. Estando pendiente del asado no lo note, pero cuando me senté al frente más atento a ella, me di cuenta que su falda era tan corta dejaba ver todo. Antes siempre la vi como una hija, pero ahora no existiendo ningún vínculo no puedo negar que observarla así, me excito. Creo que ella se dio perfecta cuenta del efecto que causaba en mí, la forma como estaba sentada y antes que procurara taparse, cada vez que descruzaba las piernas lo hacía tan lentamente que lo hacía para solo para provocarme. Cuando estuvo todo listo compartimos el asado y lo acompañamos con otra copa de vino, pensé que era muy normal para mí, pero tal vez podía ser demasiado para ella, además que las copas siempre las sirvo muy generosas saliendo de la botella solo cuatro copas. Creo que el licor se le fue ...

... subiendo a la cabeza y ella cambiando de sitio se sentó a mi lado y estirando su mano comenzó a acariciar mi cabeza, a decirme que me extrañaba mucho, que le dolía mucho no verme, más que a mi hijo. Le respondí que le agradecía mucho. Además, siguió diciendo… tu eres un hombre muy atractivo y de seguro las mujeres te deben perseguir a montón, le respondí que no era para tanto. Ella se acomodo de tal forma que sus rodillas comenzaron a rozar mi pierna y la falda estaba tan recogida que podía ver perfectamente su panty blanco. Me empecé a poner nervioso y en la medida que fuimos bebiendo esa segunda copa, ella se fue acercando tanto, que pronto ya tenía su boca a escasos centímetros de la mía y de sorpresa soltó la pregunta… puedo darte un beso?, sin repensarlo veces le dije… Si, y ella pego sus labios a los míos y terminamos en un beso muy ardiente. El vino de las copas desapareció y ella mostrándome su copa vacía me envió el mensaje, No hay más? Le dije… No crees que es demasiado para ti?. No, me dijo muy segura, estando contigo todo está bien. Mientras me fui al bar a traer la botella, la destape y serví, no deje de pensar en lo que podía pasar si seguían las cosas a ese ritmo. Regrese, le entregue la copa y ella dio un sorbo largo, yo hice lo propio con la mía, ella se levanto y me estiro la mano, yo me levante y estando frente a frente, me abrazo para besarnos de nuevo, ahora con un ingrediente adicional al estar pegadas nuestras pelvis perfectamente ella podía percibir mi ...