Nuestros demonios y su idioma
Fecha: 27/04/2018,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Anónimo1, Fuente: CuentoRelatos
... se lo pasó a Ken, con las manos temblando y con una expresión de emoción demasiado emocional para él, le puso la cadena entre los labios con un temblor muy inusual en él
-Es nuestra sincronización la que me está haciendo ser así contigo, porque hoy lo quiero duro, a mi antojo, todo natural, sin buenos modales, y son estos pequeños detalles los que me hacen enamorarme más de tí, vestido para mi, con solo estás pinzas estás perfecto
El muso exhaló e inspiró y eso sirvió para inspirar al Poeta, sus manos desnudas cayeron con la cadena en la boca del muso y la poesía de la noche comenzó, Daisuke se retorció a cada pinchamiento, agarre y arranque casi de su propia carne, entre prosas derramaba versos sucios, o lo que es lo mismo, entre cada sufrimiento y retortijon, derramaba lagrimas de agonía inmensa, todo con Ken simplemente observando la caliente escena, no le ayudó, simplemente observó, disfrutó del dolor.
-AHHHHH, AHHHHH, DIOS SANGGHSSSSHH - Se ahogaba en sus gritos y fluidos salivales.
-Tengo ...
... tantos vicios... Tengo tantas necesidades.. Y todas se resumen en TI - Le susurraba en el oído mientras Daisuke se iba muriendo literalmente en el agónico dolor y sufrimiento, Ken le seguía diciendo mientras Daisuke continuaba temblando con los pezones doloridos y con flujos salivales caidos de su boca.
- En el amor la locura es lo sensato, te quiero -. Fueron sus últimas palabras mientras una lagrima de emoción corria por su cara, feliz de ver como Daisuke se aplicaba dolor en la piel el mismo, cuanto mas agarraba la cadena a la boca más dolor físico le hacían daño a los pezones, provocandole llorar y moverse frenéticamente en aquel sofá, lo único que queria conseguir Ken con esto era varias cosas, hacerle idolatrar el dolor, alimentar más el vicio que sentia por su novio y que los momentos eternos como estos permanecieran a fuego en la piel de los dos, especialmente en la de Daisuke, desde luego lo consiguió, le quedarían unas marcas preciosas.
Y todo por un simple sentimiento. Amor, todo por amor.