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Mayores sin reparos
Fecha: 27/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
La madre de mi amigo es una señora que está de buen ver y siempre luce bien. No se corta un pelo con la boca y proclama alos cuatro vientos sus deseos más profundos. Siempre ha sido juguetona y a mi me tien especial estima. Por eso aquella tarde que me pidió una ayuda con su ordenador acudí de buena gana. Se encontraba sola y me recibió con una bata veraniega por donde asomaban las dos peras que pujaban por ver cu´´al de las dos salía antes. Su recibimiento ya fue cálido , me ofreció un café y pastas. Pasamos a una habitación muy bien decorada con su mesa y su sofá. Nos sentamos al lado uno del otro. Sus peras me empujaban a mirar y mi mente no sabía qué hacer. El ordenador aparentemente estaba bien y más parecía aquello una encerrona que otra cosa. Me hizo ver la soledad en la cual vivía y lloró en mi hombro porque se le marchitaba su belleza. Respondí que no , que rea muy guapa y podía conquistar a quien quisiera. Me respondió si ami también. No supe qué decir , pero ella sí. Tomó mi mano y la llevó a su regazo. Se restregó las tetas con mis manos y luego las bajó a su vulva. Me estremecí y sin ningún reparo me besó apasionadamente. Ñuego fue todo a más , su cuerpo me embriagaba , su flujo me embelesaba y su concha me pedía que entrara. Acabamos enzarzados en el sofá con una corrida loca después de unos empujones contra su vulva. Se inclinó y chupó lo sobrante , me llevó a la ducha y me limpió todo. Hablamos más tarde y me propuso más clases de ordenador. Ahora acudo una vez a la semana y la verdad es que sigo aprendiendo bien.
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