1. El villerito 3: la calle


    Fecha: 28/04/2018, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    Viniendo de la villa, vivir en la pieza de un hotel de mala muerte era para nosotros como vivir en un palacio: piso de baldosas, ventana a la calle, baño compartido pero con agua caliente, era la gloria! Pero nada se comparaba a amanecer desnudo abrazado a mi novio, poder disfrutar de sus caricias en mis nalgas y coger a toda hora sin preocuparnos que nos vieran. Nos mudamos un sábado. Ese fin de semana no salimos de la cama, cogimos en todas las posiciones posibles, mi culito debía rebalsar de leche, el de Elias, con mis 21 cm, estaba literalmente destrozado, nuestros huevos secos, las pijas nos dolían, pero estábamos más que felices. El lunes me desperté a las 11 de la mañana, a mi lado Elías dormido respiraba suavemente, miré su culito moreno. Mi peruanito me parecía cada vez más lindo. Comencé a acariciarle las nalguitas, hurgué su agujerito, wow, seguía reblandito. Le abrí las cachas, al verle el culo tan abierto, me sentí orgulloso de mi pija, tenía el mejor culo de la villa y una pija de temer, qué más podía pedir?, me excité, lo ensalivé un poco y se la fui metiendo despacito. Eli se despertó, me miró, me tiró un beso y se acomodó un poco. Me apoyé sobre él y se lo dije por primera vez: "te amo putito". Eli sonrió y me respondió con un beso largo y suave. Estuve media hora entrando y saliendo de su culito, por momentos Eli gemía, por momentos su esfinter se estrechaba y aumentaba su tibieza. Cuando acabé y Eli se dio vuelta, vi un gran charco de semen en la cama. Fue ...
    ... su primer orgasmo sin tocarse, de los muchos que vinieron después. Nuestra vida cambió. Vivir fuera de la villa era increíble, volver a nuestro cuarto cómodo y tibio, entrar y ya sentir la mano de mi novio sobándome el orto, coger cada noche y cada mañana como si se acabara el mundo, soltarnos al fin! En la pensión ya todos sabían que éramos putos y que éramos novios y nos trataban bien!, nadie se preocupaba, a nadie le importaba. Y claro, si nuestros vecinos eran trabas, prostitutas y gente que trabajaba en la calle, qué les podía importar? Delante del concerje le decía a Eli "amor, compramos unas empanadas?", delante de la mucama Eli me decía "dale putita, apurate que se hace tarde". Pero la villa no te deja fácil, la villa te persigue. Eli iba a veces a visitar a la madre, una vez no lo quise acompañar y el pelotudo volvió re fumado, con los ojos rojos y el olor a porro impregnado en su ropa, en su piel, hasta en su pija! Su vicio fue creciendo, probó el paco, probó la blanca, adelgazó, me dejó de coger, sólo dormía en bolas a mi lado. Cuando yo me quejaba que ya no teníamos cama, él se ponía boca abajo y me decía, ahí lo tenés, cogeme si querés. A veces lo cogía, en silencio, para sacarme la leche, pero mi culo necesitaba pija, el conserje me lo miraba, los trabas, las putas, todos me decían "mm, te envidio el orto nene", pero mi culo seguía muerto de hambre, no quería traicionar a Eli, lo quería. Me fabriqué un consolador llenando un paquete de garrapiñadas con sellador ...
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