Me inicie con la policia municipal
Fecha: 30/04/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pude sentir el líquido que va saliendo, tiene un gusto medio acido, pero me gustó su aroma y sabor, me metí toda la verga en la boca y luego pasé a la más gruesa, así intercambiando las fui mamando hasta que la primera llenó de leche mi boca. Sentí ese líquido maravilloso, por unos segundos no supe qué hacer, si botarlo o no, pero el instinto me dijo que me la pasara, la saboree y me la comí toda, el otro policía me dijo si te gustó aquí tienes más y se vino en mi cara, fue sensacional, me froté la cara, y fui llenándome la boca con lo que recogía hasta terminarla toda. Para esto estaba súper arrecha y solo quería ser penetrada, así que les dije ahora les toca a ustedes hacerme suya, lo único que les rogué fue que se pusieran condones y que el primero en penetrarme sea el de la pinga más delgada y pequeña, ellos accedieron y así fue como me desvirgaron. El tipo puso su glande en mi ano, lo lubricó con saliva y me lo empujó hasta meter la cabeza, sentí un gran dolor que me hizo gritar, más no paró y siguió empujando hasta meterla toda, cuando sentí sus vellos pegados a mis nalgas el dolor cambió súbitamente por placer, me sentí toda una hembra, la pinga de un hombre no tiene nada que ver con todas las cosas que me metía al culo anteriormente, esto era diferente, era como si tuviera vida propia, era maravillosa. No sé cuánto tiempo me la empujaba, solo quería que no terminara, posiblemente fueron 10 minutos hasta que aprecié que se venía, sentí su chorro a través del condón y ...
... esto precipitó mi orgasmo, maravilloso. Me sentía toda una hembra, toda una puta, dejé que la sacara, le quité el condón y me rocié el semen en el cuerpo, dejé un poco para que me sirviera de lubricante para la segunda verga, la del más joven, que para estos momentos lo veía atractivo. El me gustaba como hombre, su cuerpo atlético de porte militar, y sobre todo su amabilidad, decidí ponerle el condón con la boca como lo había visto en los videos, fue emocionante sentirme una estrella porno, luego me puse en cuatro como una perra y le dije hazme tu perra, rómpeme el culo, penétrame, lléname y no sé qué palabras más. Cuando sentí su glande en la puerta, tocando ni ano, retrocedí instintivamente dándole encuentro a su arremetida, esta vez fue más difícil la penetración por el grosor de su pinga, me desanimé, seguía luchando, pujaba y luego relajaba el esfínter hasta que entró toda de un solo golpe, el dolor se unió al placer, allí entendí que el placer es mayor cuando va precedido de dolor. Adrian es así como se llamaba mi hombre seguía en un frenético mete y saca, sentía como golpeaban sus testículos en mis glúteos y el sonido tan excitante que hacía, también sentir su abundante vello, era simplemente maravilloso, yo le pedía más, más, más y en un momento volteo la cabeza y me encuentro con su boca. Me besó tiernamente, me metió la lengua, nos besamos tanto como la posición lo permitía hasta que sentí su potente chorro de leche a través del condón y sus convulsiones y jadeos en ...