EL CUMPLEAÑOS - Relatos Eróticos

EL CUMPLEAÑOS

... balancearse con tanto estilo que imnotizan a todos los hombres. Y para cerrar tan bello espectaculo​ coronando esos preciosos montículos, asomaban como dos escarpias unos pezones descomunales que estaban erizados por el efecto del frio/calor. No podía dejar de mirar semejante obra de arte, a tal punto que para cuando me di cuenta me tuve que tapar con la toalla pues el bulto que asomaba por debajo de mi ceñido bañador, era totalmente obsceno. Llevábamos un buen rato en la sauna, yo como diez minutos más que ella y yo estaba notando ya los escesos del calor, pero no me podía mover si no quedaria al descubierto el calenton que llevaba entre las piernas. Al final ella se levantó dándose la vuelta y dejando a escasa distancia de mi boca esos preciosos motivos de deseo. Me iba a volver loco. Se despidió de mi con un adiós y salió por la puerta. Aguante un minuto más estoicamente y tapándome el bulto con la toalla conseguí llegar a las amacas de descanso sin llamar demasiado la tencion. Me tuve que tumbar boca abajo para que no quedará el bulto a la vista. Al darme cuenta que me encontraba solo otra vez decidí meterme en el hidromasaje para que me bajara el calenton. Sentí que alguien se hacercaba, rezaba para que fuera ella, pero esta vez también me equivoque, era un jubilado. Mecachis...... Se metió el también y como yo no le di pie a hablar estuvimos un buen rato en silencio. De repente note una mano fría en mis hombros. Me giré y era ella. El corazón me empezó a palpitar ...

... rapidísimo, no me lo podía creer. Hacer o si boca a mi oído y susurrando " Ya se te ha bajado el inchazon de la entre pierna, parecía que el bañador no te iba a aguantar las costuras. No pensarías que no me había dado cuenta de todo. Vete preparando por qué te la voy a poner más dura que antes". Yo me quedé pasmado, solo podía seguirla con la mirada. Dio la vuelta al hidromasaje, empezó a bajar las escaleras mirándome lascivamente a los ojos y se sentó en frente de mi. El jubilado que estaba medio dormido, cuando se percató de que preciosidad está con nosotros en el hidromasaje se quedó con los ojos como platos. Para cuando me di cuenta ella ya había alargado una de sus piernas y puso uno de los pies sobre mi polla y empezó a pajearme con ella. Nunca había sentido una excitación tan grande, se me ponían los ojos en blanco. A ella se le veía disfrutar como una loca. Yo creo que hasta el jubilado se estaba pajeando viendo los movimientos tan estraños que hacía, me pareció normal en esa situación. De hecho yo creo que a ella eso mismo le hacía que se excitase más. No se si lo noto por mis gestos pero cuando me iba a correr retiro el pie de golpe y de un salto se sentó a mi lado. " Vámonos a la ducha necesito sentir esa polla empujando dentro de mi". Nos levantamos importandonos poco lo que pensase el jubilado y nos dirigimos a la ducha de la sauna. Todavía no me explico como lo hizo pero en cuanto cerré la puerta tras de mí ya estaba de rodillas con mi bañador en mis tobillos y mi ...