Mi vieja, "su amigo" y yo
Fecha: 03/05/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: juandeldiablo1957, Fuente: SexoSinTabues
... naturalmente, que lo disfrutara, que fuera ella misma. Después de lo anterior, esperamos la llegada de nuestra visita. Llego el día esperado, antes de salir al aeropuerto, le pedí a mi güera, que se vistiera sugestivamente, ella, ni tardo, ni perezosa, se metió a nuestra habitación, saliendo, sabrosamente vestida, con un vestido bastante holgado, que le caí libremente sobre todo el cuerpo, que le hacía lucir, ese par de melones que tanto me gustaban y que le hacía resaltar, la tremenda curvatura de sus nalgotas, como la contemple, con los ojos brillosos de excitación, ella se levantó el vestido y me enseño que no traía pantis, por poco, no vamos por ese guey, la verdad, mi vieja estaba bastante comible. No si un gran esfuerzo, por lo excitado que me puso, nos trasladamos al aeropuerto por ese cabron, no esperamos mucho. Cuando lo vi, no sé porque me cayó mal ese guey, pero como era amigo de mi mujer, tuve que suavizar esa impresión, para ser gringo hablaba muy bien el español, era de color, pero, diría que pasaría muy bien por un mulato, no muy alto, cuarentón, con un cuerpo fornido. Mi mujer cuando lo vio, se adelantó a él y le dio un fuerte abrazo, el negro la recibió con los brazos abiertos y la estrecho fuertemente, no sin antes, acariciarle brevemente las nalgas, según él, sin que yo lo notara, se ve que al negro, le gusto como venia vestida mi vieja. Buscando que me cayera bien, le empecé a decir que nos agradaba mucho su visita, a lo que él me contestó, que era un ...
... placer conocerme y tenerme como amigo, que ya mi mujer le había platicado mucho de mí, lo cual, le daba alegría estar entre amigos y sobre todo, tener como amiga a una mujer muy guapa. Dentro de la plática, me comento que solo iba a estar un día en México, ya que tenía que estar de regreso en los Ángeles al día siguiente, ya que tenía varios compromisos que cumplir. Después de un rato de estar platicando, él nos pidió, que si lo podíamos llevar a un hotel para que se hospedarse, a lo que mi mujer le dijo, que de ninguna manera, le propusimos que se alojara en nuestra casa y que el otro día, nosotros lo llevaríamos de vuelta al aeropuerto, note, que él se le quedo viendo a mi vieja de un modo, que no pasó desapercibido para mí, riendo, accedió a nuestra invitación. Al llegar a la casa, lo alojamos en la recamara de uno de mis hijos y tras ponerse cómodo, mi mujer le ofreció una copa. Mi mujer se sentó a su lado, con la confianza que le daba su amistad de años, empezamos a hablar de varias cosas, él nos empezó a contar de su vida de estudiante en Culiacán y de su relación con mi güera, después de varias copas, como no queriendo la cosa, de vez en cuando, posaba una de sus manos en una de sus piernas, dejándola ahí un buen rato, con más confianza, le pregunte si no le había gustado mi vieja en esa época, él me dijo, que sí, que mucho le había gustado, pero que no había tenido suerte con ella, al decirlo, se le quedo viendo a mi vieja, comiéndosela con la mirada. Al ver esto, yo me ...