Soy una monja depravada
Fecha: 05/05/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues
Hola a todos, por razones obvias no voy a dar mi nombre, pero digamos que soy la Hermana Arantxa. Tengo 38 años y soy monja desde los 25 años. Cuando regresé a España, fui a visitar a mi hermana biológica, es dos años menor que yo, casada, tiene con su marido un hijo adoptivo, es un niño negro, lo adoptaron en África. Manuel, que así se llama mi sobrino, es un chico recién empezada la adolescencia, alto, fuerte para su edad, muy cariñoso con sus padres, muy estudioso. Dios no le dio hijos propios, pero Manuel compensa todo con su amor incondicional hacia ellos. La cara que puso cuando me vio entrar en casa de mi hermana con mi habito de monja, le costaba mucho asimilar que tiene una tía monja. Mi hermana me dijo si podía ayudarla, ya que a mi cuñado lo van a operar, es una intervención muy delicada, tiene que estar muchos días en el hospital y no tiene con quien dejar a Manuel. Pedí permiso en el convento, y la Madre Superiora me autorizó a quedarme el tiempo que sea. Por costumbre es raro que me quite el habito, así que siempre lo llevaba puesto. Una tarde Manuel se estaba duchando y noté que demoraba mucho, fui y le pregunté si estaba bien sin entrar en el baño, como no me respondió, insistí, pero al seguir el silencio, pensé que le había pasado algo y entré, descorrí la cortina y quedé perpleja por lo que vi, se notaba que se estaba tocando, ya que tenía su pene duro, de buen tamaño. Yo no soy virgen ni nada que se le parezca, ya que tuve novio, y al principio, por ...
... despecho, cuando me dejo por otra, me metí a monja. "Manuel, te estabas tocando?, eso es pecado", le dije, viendo que agachaba la cabeza avergonzado, yo miraba su cara y sin poder evitarlo le miraba su pene. "Bueno Manu, no te pongas así, es normal que un chico de tu edad se toque, pero, debes tener cuidado, eso te puede llevar a pensar en otras cosas, bueno, termina y salgamos del baño", le dije, sentándome en el borde de la bañera. "No vas a salir tía?", me dijo sin levantar su cabeza, "no, quiero ver como lo haces", le dije, viendo que mas vergüenza le daba. Manuel no reaccionaba, seguía con sus brazos caídos a los costados y y cabizbajo, "quieres que yo te ayude?", le dije, me sentía extraña, sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien, pero me atraía mucho la polla de mi sobrino. Me subí la manga de mi habito y le cogí la polla, empezando a subir y bajar el prepucio, mi sobrino estaba quieto, no hacía nada, solo dejaba que le acaricie la polla, "no te gusta que te toque?", le dije, siguiendo con el sube y baja de su prepucio. Sentía cosquillas entre mis piernas. "Manu, nunca le digas a nadie de esto, es nuestro secreto", le dije, sin dejar de masturbar a mi sobrino, que no daba señales de nada, solo dejaba que le acaricie la polla, "no tía, no se lo diré a nadie, te lo prometo", me dijo, siempre mirando al suelo. "Espera un momento", le dije, dejando de acariciar esa hermosa polla negra. Sabiendo que no había nadie en la casa, fui a mi habitación y me quité el habito, ...