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(3) Farsas desconectadas
Fecha: 18/06/2017, Categorías: Hetero Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... pasmada. - Mete la nariz en mi axila y piensa antes de responder. Y obediente metió la nariz en la axila izquierda, olisqueó haciendo ruido y luego probó la otra, se separó un poco, me miró haciendo un gesto aprobatorio y de nuevo su cabeza volvió a la axila izquierda, sentí su lengua, humedeció completamente la axila y de nuevo me miró. - ¡Joder! ¡Es verdad! - ¿Y…, por qué has utilizado la lengua? - - Es un dato para mi instinto femenino. He tenido una reacción inesperada Mis pezones de inmediato se han endurecido, y la erección de todos mi poros. Por tanto la consecuencia de tu táctica es que me eches otro polvo. - ¿Entiendes como puede ser el principio? - Puede ser, se lo contaré. Incluso te la presentaré yo misma. Varias veces negué con la cabeza despacio. - No, quedaremos en un lugar solitario, un parque, un lugar poco transitado, que ella me vea antes y decida, podemos ser incompatibles. - ¿Y qué lugar sería el adecuado? - Pues pensando un poco, un puente azul, ese puente cruza la M-30, detrás está el pirulí de TVE, parte de un parque de color azul y el otro lado es otro parque. Ella estaría en el pequeño parque infantil también de color azul, y yo apareceré por el otro lado de la M-30, iré en su dirección y pasaré por su lado, y es el tiempo que ella tendrá que pensar si es si o es no. - No está nada mal esa idea, además de diferente, es atractiva desde mi punto de vista. - Hay un bonito ...
... parque muy cerca, si todo va bien, allí romperemos el hielo, esa sensación de dos desconocidos al encontrarse y lo peor es el agravante que lleva, que el fondo del asunto es un polvo. - ¿Y después? - Depende de lo que sienta y vea de ella, puedo emplear el juego de cartas, es simple es sistema. Concretar a la vista de los dos, es decir, darle largas debido a dudas, o ser pragmáticos, ir al asunto directamente. - ¿Y cómo iréis por la calle?, debe ser algo fuerte tener a un desconocido que va a asaltar tu cuerpo. - ¿Así te has sentido tú? – Pregunté sorprendido. - No es el mismo caso, yo jugaba en mi campo, ella no. - ¿Y de dónde te has sacado que no juegue yo en el suyo, donde ella decida? Se apretó más contra mi cuerpo, su cabeza quedó debajo de mi barbilla y aflojó la tenaza. - Llevas razón, la iniciativa era mía, pero me has echado un buen polvo, y de nuevo te doy la razón somos dos desconocidos y estoy sumamente agradecida por el bienestar que siento, desmadejada un poquito pero con un fondo de placer que se aleja. Separó las piernas y cambió de postura, con su mano izquierda cogió el penetrador empequeñecido y le apretó levemente, agachó la cabeza y posó sus labios en él, y con la lengua y ayudado por los dedos echó para atrás el prepucio, después pasó la lengua por el glande, juntó los labios y se le metió en la boca, esa cosa pequeña, que despertaba lentamente y su lengua se movió por debajo del penetrador.