1. Celebraciones familiares 2: El cumpleaños


    Fecha: 07/05/2018, Categorías: Infidelidad Autor: roberxl, Fuente: RelatosEróticos

    ... provocaron mi curiosidad. ¿Qué habría querido decir con “viniendo de ti”?
    
    La acompañé por las diferentes estancias de la casa mientras me iba explicando las tres chapucillas que tenía que hacer. Confieso que tuve que esforzarme para atender a lo que me iba diciendo en lugar de mirarle el culo. María Luisa poseía un pandero generoso que embutido a presión en aquella tosca falda clamaba un buen par de azotes.
    
    En total eran tres las faenas que debía realizar. Poner un enchufe en una habitación, colocar burlete en varias ventanas y sustituir la junta de goma del grifo de la cocina para que cesara de gotear.
    
    Comencé por instalar el enchufe en la habitación de la hija mayor, Carla. La habitación ya contaba con un enchufe donde había conectada una regleta de varios enchufes. En ella se amontonaban uno tras otros los enchufes del radiador, el ordenador portátil, el cargador del móvil y la lámpara del escritorio. Aquello era un peligro, dada la antigüedad de la instalación eléctrica de la casa.
    
    Tenía que sacar un cable del registro de la habitación. Llamé de nuevo a María Luisa para pedirle una escalera. Me indicó donde podría encontrarla pero entonces. ―Tienes que echarme una mano un momento. Necesito que alguien me dé lo que necesite mientras estoy en la escalera.
    
    ―Carla te ayudará, yo tengo que preparar la comida con Yeimy, ¡Carla! ¡Deja el teléfono y ayúdale a tu tío! ―gritó desde la cocina.
    
    Carla apareció con cara de pocos amigos. Probablemente habría tenido ...
    ... que dejar a medio una interesante conversación por Whatsapp. Carla era una chica de casi 17 años alta como su madre, delgada sin llegar al extremo, con el pelo largo, lacio y moreno, bastante vergonzosa y callada, formal en el vestir, muy estudiosa eso sí ya que además de sacar buenas notas hablaba cuatro idiomas. No se le conocía novio, aunque era tan reservada que quizá sí estuviese saliendo con algún chico sin que nadie lo supiera. Efectivamente, estuvo dándome las piezas y herramientas eficazmente, todo evitando mirarme. Por alguna razón se sentía incómoda en mi presencia. Yo quería solucionar el tema de una vez.
    
    ―Oye Carla. ¿Qué pasa? ¿Es qué he hecho algo para que estés mosqueada? ―pregunté.
    
    ―¿Eh? Da igual. No importa. ― dijo evitando responder.
    
    ―Vale bien, pero ¿qué es lo que no importa?
    
    Carla meditó unos instantes su respuesta.
    
    ―Pues que te acuestes con Tita… No te hagas el tonto ―dijo reprendiéndome, como si para ella estuviese claro el problema y mi culpabilidad
    
    Por fin lo había soltado. Yo ya lo suponía, pues había descubierto a Carla mirando cómo su tía Piedad me la chupaba el día que se casaron Sebastián y Montse. Desde aquel momento Carla se mostró esquiva conmigo. Tita, como los críos la llamaban, no se enteró de nada ya que Carla y la otra muchacha nos observaron ocultas por la encubridora penumbra de la discoteca.
    
    ―Son cosas de mayores. Te habrán contado mil chorradas sobre el amor y el sexo, y tú misma sacarás otras mil ideas. Para mí el ...
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