Su primer anal - Relatos Eróticos

Su primer anal

Nunca pensó que su primera vez fuese así.Se llamaba Judith y era la canguro de los niños de unos vecinos. Una joven universitaria de 20 años que traia del colegio a los niños cada día, los sacaba al parque y los entretenía hasta la llegada de los trabajadores padres.Judith era una chica extraña, un cuerpazo disimulado, con una cara de nerd, con gafas y pelo corto muy negro. Algo timida, pero muy simpatica.Muy delgada, poco pecho y cintura extraña. La ropa deportiva que llevaba habitualmente impedía ver su forma. Quizás por eso pocos chicos se fijaban en ella.Pero él si se había fijado. Sobre todo en los ceñidos pantalones que llevaba aveces que marcaban a la perfección su pequeño culo. Cuando entraba o salia de casa, el pequeño de los dos niños siempre se ponía revoltoso y tenia que cogerlo en brazos, momento en el que a lo mejor unos shorts demasiado cortos dejaban ver más de lo que debían.La mayor de los dos niños, era una niña pre-adolescente, divertida y muy descarada, a la que no se le había pasado por alto las miradas del chico.- Al vecino le gustas. Siempre te mira el culo.- Escucho que le decia la niña a la canguro cuando bajaban del ascensor.Esa vez al chico le dio el tiempo justo de ver la mirada divertida de Judith, algo avergonzada, pero al mismo tiempo interesada. Mientras se cerraba la puerta escuchó a la niña decir.- Creo que le gustaría tocarte el culo y besarte…No pudo escuchar lo que continuaba diciendo, solo como Judith la mandaba callar, algo apurada.Era ...

... todo un problema. Esa niña no se callaba nada y seguramente acabaría diciéndoselo a sus padres. La canguro era una joya escondida que no quería perder.Al día siguiente coincidieron y evitaron ambos todo tipo de contacto visual o coincidencia, aunque una de las veces la descubrió mirándolo y sonriendo.Estaba como loco, aquella chica lo ponía a mil y sabia que tenia opciones.La niña no dejaba de incordiar aunque evitaran coincidir. Si se cruzaban por la calle, igual soltaba.- Mira el vecino que tanto te gusta.O se lo decía directamente a él.- A Judith le gustas.Pero llego el día en el que coincidieron sin los niños. Entraron juntos al edificio ella iba cargada con un par de mochilas y lógicamente surgió la pregunta.- ¿No traes hoy a los niños?Algo cortada contesto en voz baja.- Han ido de excursión, están con sus padres en una fiesta en el colegio.Su mente sucia comenzó rapidamente a crear una fantasia.- Dejame que te ayude, te acompaño a la puerta.Ella pareció rechazar la ayuda sin mucha convicción. Montaron en el ascensor y saco el tema que sabía que la avergonzaba.- Esa niña es un diablo, siempre fastidiando.- Es la edad, tiene curiosidad.- Curiosidad? Por que clase de cosas?No pudo reprimir una sonrisa al ver como se sonrojaba.Ese día hacia mucha calor, y la chica llevaba una camiseta de tirantes amplia, con la que solo destacaban dos puntos como pechos. No debería tener los pechos muy pequeños, para lo delgada que estaba, pero siempre llevaba roda pos tallas mas grande. Los ...