Domadas en el crucero
Fecha: 14/05/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos
... nuestros poseedores, quienes se reían al vernos con las ganas de evacuar típicas de tener un enema aplicado y quienes además para divertirse tomaron otras raquetas de ping pong y nos azotaban las nalgas una que otra vez. Cada cierto tiempo detenían a una de nosotras para que hiciera alguna tontería que les causara gracia, como bailar “la macarena”, la “bomba” o el “gangnam style”, haciéndonos ver muy ridículas ya que estábamos desnudas y nuestras enormes tetas brincaban de acá para allá sin control además de tener las raquetas metidas en el culo. Y fue en uno de esos bailes donde las raquetas se salieron de nuestros culos dejando escapar todo el líquido, teniendo que comenzar de nuevo con la limpieza, entre bailes y azotes.
Una vez terminada la limpieza, Ricardo decidió que era hora de limpiar a sus “juguetes”, refiriéndose a nosotras, por lo que fuimos llevadas detrás de la posada, donde se hallaba el restaurant en la arena de la orilla de la playa. Dada la hora estaba totalmente vacío y no había moros en la costa (nunca mejor dicho). Fuimos colocadas contra una de las paredes de la posada, y Rodrigo busco una manguera la cual tenía una pistola en el pico para regular la presión y el modo de dispersión del agua. –Arrodíllense zorras –nos ordenó y una vez de rodillas comenzó a dispararnos con agua a presión a nuestros cuerpos, mojándonos todas y limpiando bien nuestros cuerpos con agua fría. En un momento dado nos metieron el pico de la pistola en el culo y nos llenaron, ...
... aunque no con agua presión, y nos dejaron expulsar el agua en ese mismo momento.
Acto seguido fuimos adentro de nuevo, directo a nuestra habitación. Allí comenzaron a hurgar entre nuestras cosas, aunque no hicieron nada con ellas. El señor Antoniolli salió de la habitación unos minutos, mientras que nuestros otros tres machos se quedaron con nosotras. Kevin tomo una botella de aceite corporal que yo había traído para esos momentos en que tuviera a un hombre en mi cama, y me lo arrojo, ordenándome que se lo aplicara a Betzaida en todo su cuerpo lentamente. Luego ella repitió la operación conmigo, bajo la mirada de los hombres. Hasta que llego el señor Antoniolli, con un bolso no muy grande de color negro.
-Bien, hora de jugar... -dijo el señor Antoniolli. Coloco el bolso en una de las camas y saco cuatro pelotas de ping pong. -tú, niña, ponte en cuatro. -le ordeno a Betzaida mientras que me entregaba una de las pelotas. Mi amiga se colocó en la posición ordenada, arqueando un poco el cuerpo para que el culo quedara bien levantadito, ofreciendo una muy morbosa visión a todos, se notaba que estaba excitada y todo esto le gustaba, tanto como a mí. -Perfecto... definitivamente el premio al mejor culo te lo mereces, aunque tu amiguita te lo pone realmente difícil... veamos que tal traga, putita, lámele el culo a tu amiga. -me ordeno, y yo sin rechistar obedecí, aunque me daba mucho reparo pero el morbo me empujaba a más. Abrí las nalgas teniendo la pelota en mi mano y deje a ...