1. ENTRE MATRIMNIOS


    Fecha: 15/05/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    En el sexo, tampoco, no solo por tener un pijo pequeño, sino, por su sumisión en la cama, que cada vez hacia apetecerme menos el sexo, centrandome en mi hija, pues no hemos tenido más hijos, ademas de buscar un trabajo a media jornada y fueron pasando mis años de casada, monotonamente, sin tener una vida excitante. Mi confirmación de que mi marido era un pichafloja, la tuve hace años, cuando se empezó a dedicar a estar mucho rato tras un ordenador entrando solo en internet, una noche en la cama, me propuso, no hacer un intercambio de pareja o un trío, sino buscarme un hombre para mi y después contarle con pelos y señales como me había follado. Me negué rotundamente, le dije que no era una puta, pero interiormente, me excitó aquello, las contadas ocasiones que estaba sola en casa y podía masturbarme tranquilamente aquella fantasía me invadía aunque una vez llegaba el orgasmo me lavaba y volvía a la realidad, me hacía sentir culpable ademas de que aquello nunca ocurriría. A mis 40 años, mi hija estaba en el último curso de la universidad, en otra ciudad practicamente ya independiente viviendo con su novio, nosotros solos y yo me veía como si mi vida hubiese acabado, al no depender mi hija de mi, mi marido con 43 años, aún mas asiduo del ordenador, se pasaba las horas en la tarde noche en la salíta, el sexo se podria decir que inexistente, ahora mi marido, le dio por pedirme que fueramos a un club de intercambio, cuando empieza con una cantinela, así estuvo meses, yo le decía ...
    ... que era una tontería gastar un dinero para según él, tomar dos copas y ver, algo distinto pues desde el primer momento dejé muy claro que no iba a hacer nada "raro", finalmente, me convencíó, o me dejé convencer, por darle el gusto. Fuimos un jueves este verano, en una ciudad como la nuestra que en verano queda semivacía, ademas de elegír un jueves para ir y fuimos sobre las 8 de la noche, pues, nos encontramos un lugar vacio, una especie de bar o pub en la entrada, una zona de jacuzzi, nos enseñó habitaciones distintas para cada fantasía sexual, para despues volver a la zona de pub, solamente estabamos nosotros y otra pareja que era mas madura que nosotros. Yo me había vestido con un vestido, algo escotado, pero nada provocativo aunque si el escote dejaba entender que mis tetas son grandes, mi culo, se pegaba al vestido, pero en lencería, si me había puesto lo mejor que tenía, un corsé blanco, encajado a juego con las bragas, las ligas del corsé cogidas a unas medias semitransparentes blancas, me acababa de depilar mi coño y esperaba que esa noche mi marido en casa me pidiera sexo, hacia meses no lo haciamos y aunque fuera con él y e dejara a medias, yo terminaría sola cuando él se durmiera, en mi cuarto de baño. No esperaba que el lugar me diera una cierta excitación pero no negaré que así fue, pues allí seguiamos las dos parejas ellos en una mesa nosotros en otra, con la copa cuando mi marido me propuso ir al jacuzzi, yo soy muy escrupulosa pero él me decia que no habia ...
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