La pesca de los compadres - Relatos Eróticos

La pesca de los compadres

... pensativos, traían la misma inquietud, su conocimiento el uno del otro hacía que tuvieran los mismos pensamientos y no necesitaban palabras para saber lo que pensaban con tanta ansiedad… la gran inquietud que los fustigaba era saber si se estaban volviendo maricas…ellos sabían que les gustaban las mujeres pero el comportamiento de esa noche los tenía inquietos …los machos remachos se volvieron dos putas vulgares dando y poniendo culo…qué pasaba…? Cuando entraron al rancho de Hilda la encontraron parada y casi desnuda, la hembra estaba cerca de la cocina calentando la comida pero la verdadera intención de la excitada mujer era provocar esos dos hombres para culminar una faena de sexo interrumpida, Pablo se acercó por detrás, con sus manos empezó a cogerle las tetas , sus pezones erectos le indicaban que Hilda estaba muy excitada le puso su verga erecta en el voluminoso trasero y empezó a restregárselo, la hembra ansiosa de sexo se volteó y sacándole la verga a Pablo empezó a mamar semejante tolete, Alfonso se le fue por delante y empezó a besarla en la boca, luego se bajó por el cuello y arrodillándose le bajó su panty , entre ambos la llevaron a la cama…allí entre los dos excitados hombres le dieron todos los preliminares que su marido diariamente le negaba, la cubrieron de besos y caricias locas Pablo se acostó en la cama y con un gesto le dio a comprender a su compadre que se la acomodara en su verga…Pablo solivió a Hilda y se la puso encima de su compadre dejándola boca ...

... arriba …entre los dos la posicionaron de tal manera que le pudieran clavar esa verga erecta por el culo a Hilda… aunque ella nunca había tenido sexo anal y le dolió al principio poco a poco la hembra fue excitándose de tal manera que sintió que llegaba al cielo. No lo podía creer aunque le ardía ese cilindro de carne en su culo se sentía la mujer más feliz del mundo…sin sacárselo Pablo le dijo que abriera sus piernas para recibir el ataque frontal de su compadre, la hembra clavada hasta el tope por su culo abrió sus piernas al máximo y Alfonso la penetró sin compasión, Hilda quedó clavada por ambas partes, los compadres ansiosos de probar su masculinidad empezaron a moverse frenéticamente para probarse a sí mismos que todavía le gustaban las hembras, fue un encuentro de locura, Hilda empezó a gemir de la emoción, eran aullidos que mezclaba con palabras soeces, les pedía a los compadres que la metieran más adentro sus ardorosas vergas, quería en ese momento mágico todo que su marido le había negado, los compadres la complacían al máximo…como en un momento mágico los tres coincidieron en un orgasmo compartido… Hilda quedó encharcada de semen por delante y por detrás. los compadres quedaron exhaustos mirando al techo… Hilda se paró, fue a la cocina y les sirvió un caldo caliente que los reanimó al instante…los compadres se vistieron, alistaron todas sus cosas…le dieron una propina a Hilda que no quería recibir y se marcharon para la ciudad, los dos compadres iban felices e Hilda ...