La polla de mi vecina. - Relatos Eróticos

La polla de mi vecina.

Hacía poco tiempo que unos antiguos vecinos se mudaron de casa poniendo a la venta la anterior, esta fue comprada por una mujer madura y sola, la primera ez que la vi comprobé que era muy guapa e iba vestida siempre muy atractiva. Un sábado por la noche me duché y después fui a vestirme a la habitación de mi hermana, la persiana estaba subida y al quitarme el albornoz dejé a la vista mi polla, por el patio escuché un silbido de admiración, me asomé y vi a mi vecina apoyada en su ventana mirando el espectáculo de ver a su vecino desnudo y con la polla a punto de reventar de la excitación, me pidió perdón por estar asomada y haberme visto, le dije que no pasaba nada, me pidió que me acercara más a la ventana y se la enseñara, así lo hice y empecé a masturbarme pero ella me dijo que no lo hiciera, que si no me importaba lo quería hacer ella, yo le dije que sí pero le pregunté que cómo, a los cinco minutos llamó a mi casa, yo le abrí la puerta medio desnudo y en cuanto entró echó mano a mi paquete acariciándolo, yo me subí a la encimera de la cocina y ella empezó a chuparme la polla casi hasta que me corrí, cuando estaba a punto se puso de espaldas y bajándose las bragas me pidió que me corriera en su ano, la meti del todo sin demasiados problemas y tras unos minutos de meter y sacar mi ...

... polla en su ano eyaculé, -qué maravilla vecino, qué buena polla tienes, -gracias vecina, su culo es hermoso y muy profundo, es un verdadero placer follarlo, -no la saques aún vecino, por favor, -no se preocupe, la sacaré cuando usted me diga, después de escurrir bien el semen de mi polla en su ano la saqué, -vecino ¿quieres chupar mi polla?. -perdón ¿Cómo ha dicho?, en ese momento se puso de frente a mí tocándose su miembro, un pene bastante grande, yo empecé a tocarlo, a ella parecía gustarle pues a pesar de mi torpeza empezaba a gritar, -no sé si lo hago bien vecina, nunca he acariciado una polla, -tranquilo, lo haces muy bien, si quieres puedes besar y chupar, dicho y hecho, le di un beso en la punta del capullo y abrí la boca para meter en ella su polla, me dio una arcada pero ella agarró mi mano y siguió metiendo su polla hasta el final de mi garganta, -así vecino, muy bien, ahora chupa, al cabo de un rato de acariciar, chupar y besar su enorme polla soltó varios chorros de semen directos a mi garganta, luego la sacó y nos fuimos a mi cama a descansar, -¿Le ha gustado vecina?, -no cariño, no me ha gustado, me ha encantado, otra vez que quiera una buena mamada te llamo ¿de acuerdo?, -Lo haré encantado, gracias vecina, -No, gracias a tí cariño. Tras esto nos quedamos dormidos en la cama.