1. Una noche caliente del sábado con mi madre


    Fecha: 18/07/2017, Categorías: Incesto Autor: juandeldiablo1957, Fuente: SexoSinTabues

    Resulta que en aquella ocasión me ausenté como un mes de mi casa por motivos del servicio y la verdad venía bien cansado, era noche y era sábado, pensaba dormí como un lirón, pero como dice el dicho “el hombre propone y dios dispone”. La casa estaba casi a oscuras, salvo la recamara de mi madre que estaba alumbrada con una luz de una lámpara, que, aunque no alumbraba mucho, si se podía ver muy bien, (hago un alto en el relato, en mi relación con mi madre ella era la que decía cuando y como teníamos relaciones, yo nunca tuve la iniciativa, eran las reglas del juego y había que cumplirlas). Ella estaba parada al pie su cama vestida con negligé negro que le llegaba hasta la mitad de sus muslos, al verme ella me sonrió, me dije, ya valió madre mi sueño, hay que darle gusto a mi reina, además de cansado, venia ganoso, al verla así, el cansancio se me desapareció de inmediato, como decía, ella estaba ahí parada vestida con un negligé, el cual se lo empezó a quitar dejándome ver sus hermosas tetas, las cuales se las estaba sobando muy suavemente. Se quitó el negligé, quedando con un corsé blanco que le levantaba sus hermosas tetas y con unos pantis blancos de encaje semitransparentes que casi me dejaban ver sus labios vaginales, ella se dio la vuelta modelándome y me dijo, ¿no te gusta mi amor? Y como no me iba gustar si ya para entonces tenía la verga bien parada, se empino y se agarró las nalgas muy lentamente, después me sonrió en forma picara pasándose la lengua por sus labios ...
    ... muy cachondamente. Me acerque a ella y le tome unas de sus tetas y se la empecé a sobar, nos empezamos a besar frenéticamente mi lengua y su lengua exploraban nuestras bocas, empecé a mamar sus tetas, tal como cuando era niño y ella me amamantaba, así estuve un buen rato mamando esas tetas, ella se separó de mí y se hinco frente a mí, rápidamente me bajo la cremallera del pantalón y saco mi verga, que ya para entonces estaba bien parada y lista para coger. Cabe hacer mención que a mi madre le encantaba el jugueteo sexual previo a la cogida, a mí me encantaba mucho complacerla en ese aspecto, ella me iba guiando y dándome a entender como quería que fueran las cosas. Cuando la tuvo frente a ella la empezó a mamar muy lentamente saboreando ese pedazo de carne cruda que jugueteaba en su boca, a mí me encantaba que lo hiciera, porque era una gran mamadora, según ella me decía, que ni a mi padre se la había mamado. Por un rato ella siguió con esa rica costumbre que tenía, yo sin pérdida de tiempo me empecé a desvestir, yo le acariciaba la cabeza con dulzura cuando se comía toda mi verga, que rico mamada la verdad, ella se levantó y se quitó los pantis y se acostó en la cama, sonriendo se abrió las piernas mu lentamente dejándome ver ese rinconcito sabroso que tanto me gustaba, con las dos manos se abrió sus labios vaginales, dejándome ver su hermosa cuevita del amor. Sin pérdida de tiempo me lancé sobre ella, metí mi cabeza en medio de sus piernas y empecé a libar el rico sabor de ...
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