Todo queda en familia
Fecha: 18/06/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: shizu, Fuente: SexoSinTabues
Hasta que te vi a los ojos no sabía que fue la mejor decisión que tomé. Hace un par de años, el médico nos dijo que mi esposa era infértil por factor tubo-peritoneal. Nos mantuvimos juntos, investigamos sobre la adopción, pero sabía que no nos sentiríamos felices. Luego de un tiempo, mi hermana y su pareja nos invitan a su departamento, puesto que tenían grandes noticias que darnos. Con ella desde siempre fuimos unidos, nos contábamos secretos, nos apoyábamos mutuamente frente a peligros, a pesar de tener gran diferencia de 8 años de edad. Recuerdo el aroma que existía en el aire esa noche: era un dulzor abrazador. "Lo hablamos con Jorge, y, bueno, decidimos que yo les prestaré mi útero para que ustedes tengan un bebé" con esa oración Las palabras me abandonaron, los pensamientos huyeron, los latidos me parecían extremadamente abruptos. No entendía lo que me hablaban. - Espera -intenta hablar mi esposa, Catalina- nos estás ofreciendo tú útero para tener un bebé, pero, es que. -sabía que también le había afectado, para bien o para mal, ambos estábamos perplejos ante semejante frase. -Si -responde Fernanda, mi hermana- Lo hablamos con mi esposo y los papás, y sería lindo que ustedes tuviesen un bebé, y qué mejor, que la familia ayudase en esto. Ustedes son grandes personas, tienen un amor profundo el uno por el otro y lo hacen notar en su día a día. Por eso, estamos todos de acuerdo en que mi útero, mi cuerpo, sea para su bebé. No lo podría creer, era algo que debía… ¿intentar ...
... meditar? -Ya, o sea, si es que aceptásemos, ¿en qué clínica se haría? -les pregunto -En ninguna- me responde Jorge, mi cuñado. Para luego cogerle la mano, entrelazar sus dedos y mirarme fijo, decidido- Es mejor para todos y para el bebé, que dejásemos lo científico de lado y el bebé se hiciera de forma natural, que ustedes se acostasen y engendraran un bebé de forma natural -Fernanda me sonríe, yo intento no desmayarme, mi esposa se sienta- tú dices – mi esposa, tartamudea - ¿hacerlo entre ustedes? ¿hermanos? ¿se…sexo, entre hermanos para un bebé? -Pues sí – sonríe mi hermana- sería un acto de amor puro en el cual daría un fruto hermoso para vuestra vida. ¿no lo piensas así? ¿no crees que sería mejor que ir a un recinto frío y de pálido ambiente donde sólo te introducirán un instrumento y tu hijo naciera no por amor? Nos miramos. -Bueno, es…- me puse de pie y mi esposa me siguió- no sabemos que responder, pero, por hoy creo que nos iremos y bueno, no sé, es que…- sudaba frío- Ya, lo hablaremos, gracias por el ofrecimiento, la comida, este…- miraba a mi esposa- -Descuida, sé que puede ser chocante, pero, piénsenlo, será hermoso – mi hermana me dice esto luego de apoyarse con fuerza en mis hombros y regalarme un abrazo- hablamos antes de fin de mes. Las semanas pasaron, las noches se hacían eternas de tanto pensar este asunto. Mi esposa lo que más añoraba era ser madre, criar un niño, abrasarlo, darme comida. -Hazlo- Fue en un desayuno de un miércoles donde Catalina me lo dijo- ...