1. MI VECINO ME ENSEÑO A SER UNA PUTA


    Fecha: 19/05/2018, Categorías: Anal Primera Vez Hardcore, Autor: Historias-Prohibidas, Fuente: xHamster

    ... enorme pito dentro de mi intestino, mientras él me jaló de los cabellos y comenzó a lamer mi cuello.- Te gusta por el culo perrita? Me dijo- Si, me encanta, dame más. Le dije entre pujidos y quejidos.- Eres una perra putona?- Si papito, soy una putona, cógete a esta perra putona.Acelero los movimientos mientras seguía jalando mis cabellos y diciéndome obscenidades. Tanto mis padres como mis vecinos imaginaban que en ese momento estábamos comprando un pastel en la plaza como si fuéramos familia. Lo que mis padres no imaginaban es que su tierna y dulce hijita estaba en esos precisos momento siendo cogida por el culo como una puta mientras ella pedía más y más. Él comenzó a darme de nalgadas al mismo tiempo en que seguía embistiendo mi culo con ese a****lón que tiene como verga.- Estas bien apretadita de tu culo. Siento como si masticaras mi verga muy rico. Me dijo.- Cuando quieras este culito también esta a tu disposición. Le dije.- De verdad? Preguntó.- Si, ya te dije que quiero ser toda tuya. Cógeme cuando quieras, has conmigo lo que quieras. Le dije entre gritos de placer.No tardó mucho en que sentí como su verga se ponía más dura anunciando que estaba por venirse.- Me voy a venir. Dijo.- Vente mi amor, vente dentro de mi colita, regálale toda tu lechita a tu puta.Sentí una sensación tibia dentro de mi. Era su leche siendo depositada en el interior de mi colita. En ese momento nuevamente me sentí la más puta de todas las mujeres. Nunca pensé que algún día alguien ...
    ... penetraría mi ano y descargaría su semen dentro de mi. Y sobre todo que yo no solo lo permitiera, sino que hasta lo pidiera. Él se quedo temblando de placer mientras nos abrazábamos. Empujaba a un su pito dentro de mi como deseando que ni una sola gota de leche quedara dentro de él. Nos abrazamos y besamos deliciosamente. Un poco más repuestos, sacó su verga de mi y con unas toallas húmedas que traía en la guantera limpie mi culito del que escurría semen. Por su parte, él limpio su verga y se puso de nueva cuenta su traje de baño. Hice lo mismo y ambos salimos aún temblando con dirección a la pastelería. El aire refrescó nuestros cuerpos sudados por tan deliciosa sesión de sexo en el auto. Ambos íbamos felices y riendo por toda la plaza por lo que acabábamos de hacer. Me sentía diferente, una emoción embargaba mi pecho. Sentía que algo de mi había cambiado para siempre. Me sentía poderosa, con la capacidad de hacer lo que fuera en la vida. Eso es lo que me había dado mi vecino en menos de 24 horas. Confianza en mi misma, algo que mi pareja jamás ha hecho. Compramos el pastel y nos dirigimos de nueva cuenta a casa. En el camino de regreso platicamos de otras cosas. Venía completamente satisfecha, plena como mujer. En ese instante, todo era perfecto en mi vida. No necesitaba nada en lo absoluto, me sentía completa.La realidad me golpeó de nueva cuenta al llegar a casa y ver a mi novio sentado con todos con su cara de enojo por verme llegar con mi vecino. Mi vecino se acercó a saludarlo ...