Alejandro y dos hermanos.
Fecha: 19/05/2018,
Categorías:
Gays
Autor: robertojrz, Fuente: SexoSinTabues
... presión. No tardo en ceder, de un solo resbalón entro toda la cabeza y Carlitos se estremeció de dolor, pero aguantó. —¿Estas bien? —Preguntó preocupado Arturo. —Si—¬respondió el pequeño—, métemela mas. Arturo así lo hizo. En cuestión de minutos ya tenía toda la verga adentro de s hermanito y comenzó a moverse con lo que ambos comenzaron a gemir. Alejando observaba todo muy de cerca, su verga ya estaba dura otra vez, pero prefirió déjalos solos un momento mas, mientras el se masturbaba observando el espectáculo. Pasado un rato, Alejandro se acercó a Arturo, colocando su verga en la cara del chico, que inmediatamente comprendió la indicación y se zampó la verga de Alejandro. La situación había cambiado pro completo, Arturo había dejado su hostilidad, estaba gozando de todo, incluso el mamar la verga de Alejando. En pocos minutos Alejando estaba derramando nuevamente su leche, ahora en la boca de Arturo, quien recibió todos los chorros con gusto, al tiempo que él se venia dentro del culito de su pequeño hermano. Alejandro lo apartó y vio como del culito enrojecido de Calitos escurrían unas gotas de semen de Arturo revuelto con el suyo, inmediatamente comenzó a lamer ese fluido, lamiendo hasta dejar completamente limpio el culito del Carlitos, luego siguió mamando la verguita del pequeño, hasta que en pocos minutos el niño comenzó a gemir con fuerza y a estremecerse. El chichito se estaba viniendo. ...
... Alejandro se desplomó en la cama en medio de los dos niños que, también exhaustos, parecían a punto de quedarse dormidos. Alejandro los abrazó contra su pecho y los arrulló un momento. Minutos después Arturo se despertó. —¡Ya es muy tarde!, tenemos que irnos. —¿A dónde van?—preguntó Alejandro. —Tengo que llevar a Carlitos a casa de unos tios. —¿y tu? —Yo no me quedo con ellos, mi tío no me quiere, dice q ya estoy grande y tengo q mantenerme solo, que ellos no tienen por que cargar con la responsabilidad de los dos. —¿Y entonces en donde duermes? —En la calle. Alejandro se sintió apesadumbrado. —Si quieres puedes quedarte unos días aquí, o todo el tiempo que quieras. A Arturo se le iluminó la cara. —Pero primero tengo que llevar a mi hermano con mis tios, si no se van a molestar mucho. —Esta bien. No olvides hablar con el, decirle que no debe decirle a nadie lo que pasó hoy, yo puedo ayudarlos a los dos, pero no le pueden decir a nadie, ¿esta bien? —Si— contestó con una sonrisa. Despertaron a Carlitos, y después de limpiarlo con una toalla (prefirieron no bañarlo para no levantar sospechas), se retiraron. Arturo volvería, pasaría la noche en casa de Alejandro, y tal vez muchas noches mas, además Carlitos los visitaría muy seguido. Seguramente pasarían, muchos mas momentos tan maravillosos como el que acababa de pasar. Pensado esto Alejandro presionó el botón de la cámara de video poniendo fin a la grabación.