1. El secreto de Hugo (su padre)...


    Fecha: 19/05/2018, Categorías: Gays Tabú Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... esfuerzos, mientras yo miraba atónito como intentaba meterlo sin éxito. Lo sacó, se ensalivó una mano, lubricó bien su ojete y lo puso a las puertas de su ano, volvió a intentar meterlo y dio un pequeño quejido.-Espera- le dije excitadísimo, incorporándome en el sofá y acercándome más a él- Colócate a cuatro patas. Él obediente se puso a cuatro patas, ofreciéndome una vista de su ojete rosadito, como el chochito de una novicia, coronado por dos nalgas duras y respingonas. Lancé un escupitajo bien cargado de saliva que se dió en la diana perfectamente, y acaricié con mis dedos su raja. Lanzó un largo suspiro que entendí como una aprobación. -Cierra los ojos y relájate- le dije en voz baja, sin atraverme a escuchar mi propia voz por lo que estaba haciendo. Entonces, metí mi dedo índice y jugué en su interior. Me sentía completamente hipnotizado con ese culazo y ese ojete. Mi dedo desapareció hasta el fondo. No podía creer que ese fuera un culito virgen. Mi experiencia me decía que por ese niño ya había pasado más de una polla. Entonces ensalivé dos dedos y los metí, intentando dilatar las paredes de su ano. Él gemia placidamente, disfrutando de la masturbación anal que le estaba dando.Dirigido por alguna clase de locura temporal, rocé mi polla admirando su culo. Estaba ya completamente dura y empujaba por salir del pantalón. Mi pollón era gordo y largo, moreno, con un buen capullo que lo coronaba. Estaba cachondísimo y seguro de que la facilidad con la que se escondían mis ...
    ... dedos en su interior no iba a ser la misma que si intentaba meter mi polla. Entre sus gemidos, mis pensamientos se amontonaban en mi cabeza. Voy a follármelo hasta que me pida que pare, pensaba. Le atravesaré con mi polla y verá lo que es que se lo folle un macho, me decía una y otra vez.Liberé mi polla de la bragueta, y sin bajarme el pantalón, acerqué mi capullo a su ojete dilatado por mis dedos. Para entonces mi rojo e hinchado glande estaba ya babeando como si fuera a acabar su existencia. Mi excitación hizo que pasara mi capullo por su rosado ojete. Él notó la suavidad de la cabeza de mi polla y movió su culo unos centímetros hacia atrás, como buscándolo. Así que tiré al suelo el pepino que intentaba meterse sin éxito, y le agarré con fuerza la cintura, atrayéndolo su ano contra mi polla dura y tiesa. Quería ensartarlo en mis 22 centímetros de carne incandescente, como si de una putilla se tratara. Completamente ido por la excitación, presioné con fuerza y mi glande desapareció, quedando abrazado completamente por su ojete.El crío respiraba con fuerza, aternando gemidos suaves entre sus respiraciones. Lejos de apartarse, intentó que entrara algo más. “Este tiene de virgen lo que yo de cura” pensé. Mi barra dura empezaba a desaparecer en su interior. Allí, en el sofá, me estaba follando a mi propio hijo, completamente loco por el placer que estaba dando a mi polla.Cuando hubo desaparecido casi la mitad de mi rabo en su interior, noté como las paredes de su ojete abrazaban con ...
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