Conociendo mi sexualidad IV
Fecha: 18/07/2017,
Categorías:
Voyerismo
Autor: latosita, Fuente: SexoSinTabues
Pasaron algunas semanas y todavía conservaba los temores que me impedían meterme uno o varios dedos al masturbarme, a pesar de haber estado en aquella memorable piyamada, presenciando el tutorial en vivo de Paulina y verla, junto con mis otras compañeras, darse dedo hasta el fondo. Por casualidades del destino, un día la maestra de español desvió el tema de la clase, se puso a hablar de la virginidad y aclaró algunos mitos, en resumen: El himen no tiene que ver con la virginidad, no todas lo tenemos igual, no necesariamente se rompe en la primera penetración y no es obligatorio que haya sangre, además, la virginidad se puede definir como “no haber tenido relaciones sexuales”, o sea, nada tiene que ver con la masturbación y, muy importante, al tener relaciones siempre hay la posibilidad de embarazo, no importa si es la primera vez. Con todo esto, lo único que me hacía falta era decidirme y creo que la cosa era lograr un muy buen grado de excitación, que no tardó mucho en llegar porque las conversaciones de sexo con mis compañeras eran muy frecuentes, con Laura no tanto, pero también quedaba casi lista para hacerlo, lo malo es que al llegar a casa el morbo se había disipado y se reemplazaba con los acostumbrados temores. Se acercaba el fin de año escolar, acompañado de una gran cantidad de trabajos y, para mi desgracia, mi compu murió, entonces tuve que usar la de mi hermanito; una tarde, después de terminar un ensayo, me puse a curiosear y encontré fotos de chicas con poca ...
... ropa, pensé “el enano ya no es un niño”, luego vi una carpeta con nombre muy extraño, números y letras al azar, al abrirla vi una colección de fotos ¡de mí!, en la mayoría no se me veía la cara y había una gran cantidad donde solo se apreciaban mis piernas y trasero. Enfurecida, le hablé para que viniera a explicarme porqué el muy “cochino pervertido” tenía esas fotos mías y, además, escondidas entre otras de chicas con poca ropa; el niño apenas estaba tratando de balbucear una explicación cuando sonó el timbre y tuve que ir a abrir, era mi novio, que inmediatamente notó que algo me pasaba, pero no quise contarle porque este tema debía tratarlo a solas con mi hermano. Intentando calmarme, mi novio me besó tiernamente, luego me abrazó y estuvimos un rato como bailando lento; todavía faltaba al menos una hora para que llegaran mis papás y quise olvidarme de todo, así que fui yo quien tomó la iniciativa de provocarlo, besándolo apasionadamente y colocando sus manos en mis pequeños pechos. En ese tiempo solo lo dejaba tocarme por encima de la ropa y él no lo hacía nada mal, casi siempre lograba encenderme y desear ser mucho más permisiva, de hecho, ese día me desabrochó la blusa para besar el espacio entre mis pechos y metió, por primera vez, sus dos manos por debajo de la falda, acariciaba mi trasero suavemente, que es como siempre me ha gustado, y luego se enderezaba y me apretaba contra él, como presentándome a su “muñequito”, haciéndome sentirlo, caliente y duro, rozando mi ...