1. PAREJITA QUE SE ANIMO AL CUCKOLD


    Fecha: 24/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... idolatría). S vestía jeans azules tipo chupín, remera roja y zapatos negros. El sabe que todos miran a M, debe estar acostumbrado y parece que lo disfruta (… sos tan espectacular que no podés ser mia nada más). Pedí unas bebidas y fuimos directo al grano, como dije antes, no tiene sentido el histeriquéo en estos casos, la mujer quiere verga y su hombre que se la den. S resumió rápidamente lo que ya me había comentado por chat, que si M estaba de acuerdo podíamos hacerlo ese mismo día (es así en la mayoría de los casos), que teníamos que definir donde haríamos el levante y donde iríamos después. M se disculpó y fue al baño, mientras nosotros nos quedamos definiendo el próximo paso y S me contaba que habían arreglado entre ellos que al volver del baño definía si lo hacíamos ese día o no, que si estaba Ok simplemente en lugar de sentarse junto a el, lo haría a mi lado y eso definía como seguía la tarde-noche. Yo propuse un bar que conozco sobre Av. Cabildo, donde hay buen ambiente, luces tenues y algo de privacidad entre mesas por la disposición de las mismas, (le conté que hay de asientos dobles forrados tipo sofá, pero también hay mesas dobles y cuádruples en el pequeño salón, que lo ideal sería que pueda ubicarme con M en una de esas que tienen asientos dobles y que el podría vernos desde donde se pueda ubicar), S confió en mi conocimiento del lugar y aceptó ir para ahí si M accedía. El lugar del garche lo definía con M cuando vaya avanzando, y eso a S le gustó más porque ...
    ... ponía fuera de su alcance saber dónde sería. M no tardó en llegar, parecía aún más radiante que hacía un rato -cosa que yo creía imposible-, se dirigió directamente a sentarse a mi derecha, lo que disparó una sonrisa de satisfacción en S. Le apoyé mi mano izquierda sobre su pierna derecha, al tiempo que le acariciaba la cara con el dorso de mi mano derecha, ese combo de caricias y la devolución de sonrisa y mirada, ya me habían puesto la pija gomosa, y se lo hice saber (con solo tocarte, ya se me está parando bombón, le dije bien bajito). Me devolvió una amplia sonrisa y dejó caer su cabeza hacia mi mano, que seguía acariciando su cara (a mi también me están gustando tus caricias, me dijo en tono de voz suficiente como para que S oyera). S pidió la cuenta, discutimos un poco sobre quien pagaría y encaramos hacia afuera (siempre soportando las miradas de algunos atrevidos). Qué te parece si M viene conmigo, y nos encontramos allá? Le tiré a S, y dio su Ok después de cruzar miradas con M. Ni bien subimos al auto le pedí permiso a M para besarla, cosa que la tomó desprevenida porque quizás pensó que un corneador no debería pedir sino tomar, que era condición del bull perder la caballerosidad, y por supuesto que eso no es así (a mi modestísimo modo de ver nunca, jamás se debe perder el respeto debido a la mujer de otro hombre que se entrega a los juegos sexuales. sean cuales fueran), soltó una risa ahogada pero vino hacia mi boca tomándome del cuello, la besé larga y profundamente, ...
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