1. Mío, un fin de semana...


    Fecha: 24/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: NenaJoven, Fuente: SexoSinTabues

    ... guardada intimidad y cierras mis nalgas presionando tus huevos con suavidad. Vuelves a abrir mis nalgas y a darme un suave pero sonoro azote que respondo con una mezcla de gritito y gemido. Siento que de nuevo estás perdiendo el escaso control que habías conseguido tener. Deslizas con suavidad tu verga hacia atrás y notas una presión especial en ella que te hace poner los ojos en blanco. Siento que pierdes el control. Con cada azote esa mezcla entre un gritito de placer y algo de dolor no se puede evitar emanar de mis labios, te veo de reojo poseído por el placer, tocas mi cuerpo, tomando mis caderas haces de la penetración mucho más profunda no puedo evitar quejarme un poquito nunca eres tan rudo pero tus labios mordiendo mi cuello son la respuesta inmediata a mis quejidos y gemidos, me aprietas contra ti y aprieto más mis nalgas para causarte placer Dios mío. jamás experimente tanto placer. Besando mi cuello, dándome suaves mordisquitos. Impregnándote en mi fragancia. La penetración es lenta, pero muy profunda. Mis movimientos con las nalgas te están volviendo loco, y la visión de mi culito, con las braguitas apartadas a un lado y tu verga deslizándose en mi interior dispara tu corazón y potencia tu erección. Siento como tu miembro se contrae una y otra vez dentro de ti debido a la excitación. Eres consciente de tu comportamiento de esta tarde, pero no puedes evitarlo y me prometes compensarme por ello. Mis gemidos en tus oídos, mi cuerpo desnudo, mi culito perfecto y mi ...
    ... babeante rajita para tus ojos, mi sabor, mezclado con el tuyo, en tu boca. Mi fragancia. Y tus manos aferradas a mis caderas. Estoy disfrutando con los cinco sentidos como solamente puedo hacer a tu lado. Mi boca solo puede gimotear, de manera leve unos gemidos de naturaleza suave, algo aniñados como te encantan. Cierro mis ojos sintiéndose en mi culito las palpitaciones de tu miembro, suelto un largo suspiro para volver a apretarte y el movimiento en ningún momento se detiene Estas totalmente fuera de sí, rebosante de lujuria animal. No puedo creer tanto placer. Mi culito es tu perdición. Sientes como aprieto tu verga con suavidad arrancándote pequeños gruñidos de placer al igual que un sin fin de gemidos cada vez que tus huevos chocan contra mis nalgas. El ritmo es lento, pero desquiciante. Tus manos sujetan mi cuello, realizando una suavísima presión y se deslizan siguiendo el contorno de mis hombros, por debajo de mis axilas repasando todo el contorno de mi cuerpo hasta llegar a mis finas caderas, donde vuelven a sujetarse con fuerza. Tus brazos me rodean, mis piernas y tanteas mi rajita por la parte delantera buscando mi botoncito para estimularlo de nuevo. Siento el placer de tus escurridizas manos adentrándose en mi interior, gimoteo más y más no puedo evitar agachar la mirada noto como tus dedos buscan mi punto máximo de placer, cosa que logras fácilmente, suspiro y vuelvo a elevar la mirada. Te recuestas sobre mi tu espalda contra mi pecho, puedo sentir lo agitada de ...