1. La Sirenita


    Fecha: 24/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Celiia20, Fuente: SexoSinTabues

    Hola, mi nombre es Celia. Después de que mis padres desaparecieran en una tormenta tuve que ir a vivir con mi tía y su familia, mi relación con ella nunca ha sido buena, siempre ha habido envidia hacia mi padre porque ella nunca pudo sobresalir en la vida. Mi historia comienza en una de las tantas casas de campo que tiene mi familia, solo que esta vez fui a pasar yo sola el fin de semana a la casa en la playa. Una casa muy modesta y acogedora. Llegue un viernes por la tarde y no podía esperar para disfrutar del sol y la playa. Tire mis cosas nada más entrar y fui abriendo cada una de las ventanas. La casa cuenta con tres habitaciones y cuatro baños, uno en cada habitación y otro más para las visitas. Al pasar a la cocina abrí la nevera y para mi sorpresa estaba la despensa completa así que hambre no pasaría estos tres días. Al entrar en la habitación en donde me quedaría lo primero que hice fue tirarme en la cama y quedarme un buen rato boca abajo. El olor de las sabanas me recordaba a mis padres y por un momento me sentí triste por no saber de ellos, pero siempre me decían que no importa lo que pase en nuestras vidas hay que seguir adelante. Eran las cinco de la tarde cuando decidí a salir un poco de sol, me desvestí en un dos por tres y me puse uno de mis bikinis favoritos. Un brasier de color negro que se amarra por detrás y una tanga de lasos que se amarra por los lados. Me mire en el espejo una y otra vez. Al tener unos pechos grandes, estos resaltaban sobre mi brasier ...
    ... y como hago ejercicio mi abdomen y mis piernas se miraban firmes y sexys. Me recosté en la arena de la playa disfrutando del sol y el mar tranquilo. Algunos de los vecinos salieron a tomar el sol también y unos cuantos me volteaban a ver sin disimular. Uno de los chicos que paseaban por la playa se acercó a platicar conmigo, pero no me quitaba la mirada de mis pechos así que mejor decidí regresar a mi casa. Al entrar a mi habitación, me tire en la cama y me quede profundamente dormida. Eran ya las 22:17 de la noche cuando desperté, la habitación estaba completamente oscura, al igual que la casa. Aun traía el bikini puesto y decidí salir a que me diera la brisa del mar. La playa estaba completamente sola, todos los vecinos estaban dentro de sus casas y lo único que se escuchaba eran las olas del mar al llegar a orilla. La noche era algo fría pero agradable, aun así la piel se me puso chinita y sentí como mis pezones se ponían un poco duritos. Tome la decisión de salir a explorar la playa, no lejos de mi casa había escuchado que había un pequeño golfo natural y pensé que sería buena idea salir a nadar en medio de la noche. La arena se sentía aún caliente debajo de mis pies, el cielo estaba estrellado y no había rastro de la luna en ningún lado. Después de media hora de camino llegue por fin al lugar, el mar se encontraba en calma y moje mis pies en la orilla. Me encontraba completamente sola, solo se escuchaba el cantar de los grillos y uno que otro mosquito intentaba hacerse ...
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