1. Sorpresivo encuentro con Pamela: Cogiendo en el coche


    Fecha: 16/09/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... gusta de ella, es que te va dirigiendo, porque a uno de hombre le gusta que la mujer le diga: Bésame el cuello, apriétame cuidadosamente los pezones… o chúpalos de esta manera o la otra… realmente es exquisito escucharlo. Y cuando me corría en ella me decía: ¡Que rico… siento que tu corrida me hace muchas cosquillas ricas y me gusta como se contrae tu pene en mí cuando expulsas tu corrida! De esa manera también me decía que le encantaba sentir mis huevos rozando su perineo o cómo le gustaba sentir mis huevos cuando se encogían escupiendo esa corrida. Era muy comunicativa en la cama y una de las pocas que me compartió esos detalles mientras follábamos.
    
    Ella ese día mencionó algunos detalles de aquella noche que a mi me excitaron y creo que lo mismo sucedía en ella. Vi sus ojos que brillaban con esa magia de la morbosidad e intuyendo que ella quería lo mismo que yo, se lo propuse:
    
    -¿Si fue una noche de ensueños, te gustaría repetirla?
    
    -A mi si… ¿y tú?
    
    -Creo que me has calentado, que si no hubiese gente ya te estuviera desnudando.
    
    -¡Calma don Antonio Zena… Calma! ¿Qué le parece si vamos a mi coche y lo platicamos?
    
    Me tomó de la mano y me guio hasta donde se había estacionado. Me pidió que me sentara en el asiento trasero mientras ella encendía su coche tipo todo terreno, el cual creo era una Cadillac Escalade con los vidrios traseros polarizados, puso el aire acondicionado y algo de música y se vino hacia atrás y nos comenzamos a besar. No sé si las ...
    ... mujeres son más flexibles de las coyunturas que los hombres, pero mientras nos besábamos ella se acomodó sentándose sobre mí con las piernas abiertas y me decía: ¡Don Antonio, quiero sentir su verga!
    
    Con un poco de incomodidad y con más inseguridad me he bajado el pantalón, pues estos trotes los había dejado de hacer desde esos años mozos, donde esto lo hice en vehículos más reducidos que este, tomando esos riesgos de joven. Por el parabrisas que era claro podía ver la gente que iba y venía caminando en el estacionamiento. La blusa Pamela se la desabotonó de enfrente y a la vez sin quitarse el brasier liberó sus dos pequeñas tetas, las cuales comencé a besar y chupar ese pezón alargado y erecto de esta preciosa chica. Ella sin quitarse el calzón se lo hizo de un lado y comenzó con la tarea de introducirse mi falo. Podía oler su aliento a sexo, podía sentir su calor vaginal incluso antes que ella se llevara mi glande a su entrada. Estaba caliente, húmeda… esta chica se derretía del solo deseo. Ella se metió toda mi verga mientras me besaba el cuello, los lóbulos, la boca. Ella me murmuraba cosas al oído y entre todo eso decía: ¡Como me encanta tu verga! ¡Tienes una carita y verga muy deliciosa! ¡Como he deseado que esto sucediera otra vez! – Y de esa manera se comunicaba Pamela.
    
    Como dije, ella es la del sexo erótico, sexo delicado y en esa posición apenas movía su pelvis y esto me daba la oportunidad de tomarla del trasero. Con toda la confianza que me daba la experiencia ...