Compañera de entrenamiento
Fecha: 18/09/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Mr. Mer, Fuente: CuentoRelatos
... era exquisito, sus tetas eran preciosas, como ya ella me lo había dicho, nos tocábamos por todos lados, la apreté contra la pared saqué sus tetas, le dije que si eran bonitas y las comencé a mamar, ella me pidió que despacio y me excitaba más escuchar sus gemidos (bajitos por el lugar donde estábamos). Seguíamos con el magreo, le tocaba su vulva sobre el pantalón, sentía lo caliente que estaba y entonces ella lo hizo, metió su mano en mi pantalón y sujetó firmemente y lo apretó
Sus manos era tiernas pero me sujetaba firme, y comenzó a arrodillarse, me miró a los ojos mientras lo hacía, luego bajo la mirada y se quedó mirando mi pene, sonrió, me miró a los ojos nueva vez y lo lamió, sonrió de nuevo, recuerdo que pensé, si es cierto le gusta hacer mamadas, y procedió a meterlo todo dentro de su boca, sonaba como suena cuando lo tienes hasta la garganta y hace el movimiento de mete y saca, lo sacaba para respirar, y lo volvía a meter todo a la boca, sonreía y seguía repitiendo la misma acción, yo estaba desesperado por cogérmela ahí mismo, le sujeté la nuca y se lo empujé hasta el fondo, quería tomar control de la mamada, pero al final mientras la sostenía con todo dentro y la veía lagrimear la dejé seguir a su ritmo, entonces escuchamos que alguien entró al baño, nos miramos ambos con una sonrisa y ella me hizo la señal de silencio con el dedo sobre la boca, y siguió con la mamada, de verdad notaba su entusiasmo, y su sonrisa remarcaba el que ella también le estaba ...
... disfrutando.
Cuando escuchamos que quien entró al baño salió, le pregunté por el tiempo de su período, no traía condón y si acertaba estar en fechas no fértiles me atrevería a cogérmela así mismo, pero me dijo que hacía más o menos unos 20 días así que lo pensé y creo que por primera vez mi conciencia le ganó a mi calentura, le aseguré que al otro día iría con condones para repetir y concluir esa cogida, ella sonrió y siguió la mamada mientras me decía que si con la cabeza, como ya habíamos estado ahí varios minutos y el tiempo del almuerzo era contado, la ayude un poco para poder darle todo en su boca y que como buena niña se la bebiera, y así lo hizo, al momento de venirme se lo introduje entero nueva vez y ella lo aceptó todo, y prosiguió a exprimirme hasta la última gota, yo quería gemir, pero sabía que no podía, la dejé hacerme y sacarme todo, ella lamió los últimos restos de semen de mi glande, me miró, sonrió y se levantó.
Estuvimos unos momentos escuchando gente alrededor y en el baño de caballeros, nos mirábamos, sonreímos y cuando hubo silencio, ella salió y me hizo las señas para que saliera yo. Al salir, bajamos al área de comida separados para no levantar sospechas, al encontrarnos con nuestros compañeros comimos normal y nos tiramos una que otra indirecta con lo que acababa de pasar, al despedirme porque tenía que irme para otro trabajo que tenía en ese momento, ella me dijo “por lo menos vas relajado a laborar a tu otro trabajo” y ambos reímos.